El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que su gobierno tomará represalias contra los responsables del ataque que el sábado mató a decenas de personas en la ciudad siria de Duma. “Muchos muertos, incluidos mujeres y niños, en un ataque químico sin sentido en Siria. El área de atrocidades está encerrada y rodeada por el Ejército sirio, por lo que es completamente inaccesible para el mundo exterior”, escribió Trump ayer en Twitter. En otro mensaje, acusó directamente a las fuerzas leales al presidente sirio, Bashar al Assad, y responsabilizó también a Rusia e Irán por apoyar a ese “animal”.

Duma es la última ciudad de Guta Oriental que continúa en poder de milicias opositoras, después de que las fuerzas gubernamentales lograron retomar el control en el resto de la región gracias a una campaña militar que empezó en febrero y que cuenta con el respaldo de Moscú.

Las organizaciones Sociedad Médica Siria Estadounidense y Defensa Civil Siria –grupo conocido también como Cascos Blancos– informaron en un comunicado conjunto que el sábado un helicóptero lanzó sobre esa ciudad “un barril bomba que contenía un agente químico”. Como resultado, murieron 42 personas y otras 500 resultaron afectadas.

La nota detalló que quienes fueron atendidos en los centros de salud padecían síntomas de asfixia, pulsaciones cardíacas lentas y quemaduras en la córnea. Según un video difundido por los Cascos Blancos, y no verificado por otras fuentes independientes, algunas de esas personas tenían espuma en la boca y cianosis, la coloración azul de la piel que se produce por falta de oxígeno.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización opositora con sede en Reino Unido, no pudo confirmar que se hubiera tratado de un ataque químico, aunque dijo que 21 personas murieron el sábado por “asfixia”.

El mismo sábado, la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Heather Nauert, pidió a Rusia que detenga su apoyo al gobierno sirio. “La protección del régimen de Al Assad por parte de Rusia y su incapacidad para detener el uso de armas químicas en Siria cuestiona su compromiso de resolver la crisis global y las mayores prioridades de no proliferación”, afirmó la portavoz, antes de agregar que el ataque exigirá “una respuesta inmediata de la comunidad internacional”.

Nauert recordó además que el 4 de abril del año pasado las fuerzas del gobierno sirio llevaron a cabo un ataque con gas sarín en la localidad de Jan Sheijun que mató a más de 100 civiles. En esa ocasión, el gobierno de Trump respondió con un bombardeo a una base aérea siria.

El asesor de la Casa Blanca sobre Seguridad Nacional y Contraterrorismo, Thomas Bossert, dijo ayer que el gobierno no descarta otro ataque con misiles. “Yo no quitaría nada de la mesa”, manifestó en declaraciones al canal ABC. Sus dichos fueron reforzados por la crítica que Trump lanzó en Twitter hacia la tibia actitud de su antecesor, Barack Obama, cuando se enfrentó a situaciones en las que se comprobó el uso de armas químicas por parte del gobierno sirio.

Las respuestas agresivas de Trump y de los funcionarios de su gobierno suenan contradictorias una semana después de que la Casa Blanca anunciara que tenía la intención de retirar las tropas estadounidenses desplegadas en Siria.

Congresistas demócratas y republicanos cuestionaron ayer este plan y exigieron al presidente que responda. El senador demócrata Ben Cardin, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dijo a la cadena CBS que “claramente debe haber una respuesta internacional”.

Su par republicano Lindsey Graham, integrante del Comité de Servicios Armados de la cámara alta, coincidió con él y aseguró que la partida de Estados Unidos de Siria no haría más que ayudar a que grupos como el yihadista Estado Islámico y el libanés Hezbolá incrementen su poder. En una línea muy similar a la del mandatario estadounidense, el titular de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, dijo que tanto Al Assad como Rusia “deben pagar” por el ataque.

No obstante, los acusados niegan rotundamente cualquier responsabilidad. Las autoridades sirias aseguraron que el ataque fue planificado por los grupos opositores. “Ya había información documentada y confirmada sobre esto. El Estado sirio lo advirtió”, dijo una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores a la agencia oficial de noticias SANA.

Por su parte, Rusia afirmó que las denuncias contra las fuerzas gubernamentales sirias son un nuevo intento de justificar una intervención militar en el país. “El objetivo de estas falsas conjeturas, totalmente infundadas, es proteger a los terroristas y a la oposición radical que rechaza un arreglo político y, al mismo tiempo, intentar justificar posibles ataque militares desde el exterior”, manifestó la cancillería rusa en un comunicado. En el texto, el ministerio también afirmó que en el pasado las organizaciones que informaron sobre el ataque fueron acusadas de “complicidad con los terroristas”, por lo que la información no es confiable.