De visita en Uruguay para participar en la actividad Diálogos urbanos: debates y reflexiones para construir la agenda urbana de la ciudad, de la Intendencia de Montevideo, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se refirió a la situación de Cataluña. En la comunidad autónoma se vive una crisis política desde octubre, cuando se llevó adelante un referéndum independentista que había sido declarado ilegal por la Justicia española y que terminó con la intervención del gobierno catalán por parte del Ejecutivo español. A pesar de esta situación, “tanto Cataluña como Barcelona siguen funcionando con plena normalidad”, dijo Colau, que quiso “transmitir tranquilidad” al respecto.

Desde diciembre, los partidos independentistas –que fueron mayoría en las elecciones catalanas, convocadas en diciembre por el gobierno español– han intentado investir como presidente a alguno de sus líderes. Esto no ha sido posible hasta ahora porque la mayoría de ellos están autoexiliados, presos o acusados por delitos vinculados con el proceso independentista.

El último intento fue el de investir al diputado Jordi Sànchez, que está en prisión preventiva acusado por los delitos de sedición y rebelión. Él presentó una solicitud para concurrir al Parlamento a ser investido, pero fue rechazada por el juez Pablo Llarena, que lleva adelante este proceso judicial. Llarena argumentó que el “ideario soberanista” de Sànchez y los otros independentistas imputados incrementan el riesgo de que vuelvan a cometer delitos. El ex presidente Carles Puigdemont consideró que esta decisión judicial deja prácticamente fuera de la presidencia a cualquier independentista, y acusó a Madrid de encaminar la situación a la convocatoria a unas nuevas elecciones.

Colau llamó tanto a Madrid como a los independentistas a adoptar medidas para buscar una salida a “una situación institucional de bloqueo importante” y de “anomalía democrática grave” en la que hay una “intervención del gobierno catalán” y “políticos que están en prisión”. En particular, Colau pidió a Madrid “que deje de judicializar la política”, porque eso “sólo complica la situación y aleja la solución”, y agregó que es necesario que “se termine esa deriva represiva que lo judicializa todo” y que se apunte a “recuperar la mesa de negociación política”. Para esto, agregó, es necesario que los interlocutores se reconozcan entre sí y ofrezcan alternativas “para resolver conflictos que son políticos y no judiciales”.

En cuanto a los independentistas, Colau consideró que “hay que pedirles que formen un gobierno efectivo cuanto antes” para que Cataluña recupere la “normalidad institucional” y se pueda retomar el diálogo del que “no se debería haber salido nunca”. La alcaldesa dijo que ella “entiende” que en Cataluña la “normalidad democrática” está alterada porque “hay personas que han sido elegidas democráticamente [para integrar el Parlamento], pero están en prisión o en el exilio”. Aun así, la líder de la plataforma Barcelona en Comú interpeló a los partidos independentistas para que designen a un candidato a presidente “que sea viable, que esté presente [en Cataluña] y que no esté en prisión o en el exilio”. De esta manera, consideró, será posible terminar con la “situación de excepción” en la que se encuentra Cataluña y será “más fácil” empezar a trabajar en “caminos de solución”, que debe pasar por el comienzo de negociaciones, porque esa es “la única forma de resolver las cosas en democracia”.