El sindicalista Luis Barrionuevo asumió ayer como interventor del Partido Justicialista (PJ) y dejó claro que su gestión no será sólo administrativa –como dictaminó la Justicia–, sino que tendrá una marcada impronta política.
“Hoy es el inicio para abrir las puertas del peronismo” a los que “se fueron porque no tenían cabida”, dijo Barrionuevo en referencia a sectores que dejaron el PJ por sus diferencias con la ex presidenta Cristina Fernández, antes de que ella abandonara el partido para conformar Unidad Ciudadana. En particular, se refirió al Frente Renovador, dirigido por Sergio Massa, y dijo que en el marco de encuentros que se han hecho en los últimos meses “se están alineando los patitos”.
El dirigente también aseguró que en esta nueva etapa buscará que el peronismo se ponga en marcha “para ser, en serio, una alternativa el año que viene”. Además, dijo que hasta ahora al presidente Mauricio Macri “le iba bien en la política porque no había oposición”, algo que él va a cambiar con su gestión.
Barrionuevo anunció que en el equipo interventor lo acompañarán Julio Bárbaro y Carlos Campolongo, que serán coordinador político y vocero de la intervención, respectivamente. Estos dos dirigentes han ganado notoriedad en los últimos años, no por su trayectoria política, sino por sus apariciones en programas de televisión, incluso como panelistas, posición desde la que han criticado el rumbo adoptado por el PJ en los últimos años, algo de lo que han responsabilizado al kirchnerismo.
En toda su intervención Barrionuevo no se refirió al fallo judicial que lo designó interventor, una decisión de la jueza María Servini de Cubría que fue muy criticada dentro del PJ y también desde el kirchnerismo, que en las últimas elecciones se presentó bajo otro lema, Unidad Ciudadana.