Las negociaciones para formar gobierno en Italia siguen sin mucha expectativa de prosperar, a casi dos meses de las elecciones. La crisis se profundizó ayer cuando fracasó definitivamente el intento de alianza entre el Movimiento 5 Estrellas, el más votado en los comicios, y la xenófoba Liga Norte.

El candidato a primer ministro del Movimiento 5 Estrellas, Luigi di Maio, descartó la opción de formar gobierno con la Liga Norte después de que el líder de este partido, Matteo Salvini, dijo que no pactaría por fuera de la coalición que lo une a Forza Italia, de Silvio Berlusconi. “Que no se diga que no lo he intentado hasta el final. Ahora buena suerte”, escribió Di Maio en su blog. Para el candidato, la decisión de Salvini demostró “que no quiere asumir la responsabilidad de gobernar”. Agregó: “Sinceramente no logro comprender por qué prefiere permanecer en la oposición por el bien de sus aliados en vez de gobernar por el bien de los italianos. Deberá rendir cuentas con los empresarios, jubilados y jóvenes que lo votaron para verlo en el gobierno y que han visto que su voto no tiene influencia”.

Salvini, por su parte, dijo el domingo en un acto político que “si el voto de los italianos y la democracia aún cuenta para algo, los únicos que no pueden gobernar son el Partido Democrático y la izquierda, que ha perdido”.

Ante esta situación, el presidente de Italia, Sergio Mattarella, encargó ayer al titular de la Cámara de los Diputados, Roberto Fico, que analice las posibilidades de que el Partido Democrático, de centroizquierda, respalde al Movimiento 5 Estrellas en la formación de un gobierno. El pedido a Fico -que integra ese movimiento- llegó una semana después de que la presidenta del Senado italiano, Maria Elisabetta Alberti, intentó acercar, sin éxito, el partido de Di Maio con la coalición de derecha. En ese momento, el candidato a primer ministro fue claro al asegurar que Berlusconi es “un límite” que no está dispuesto a aceptar.

Pero las opciones de que el Partido Democrático acepte llegar a un acuerdo también son bajas. El líder de esa organización política, Matteo Orfini, volvió a reiterar ayer que su partido permanecerá en la oposición tras cinco años de liderar el gobierno. “Obviamente escucharemos con respeto y atención a Fico [...] pero mi opinión es la misma que he expresado en los últimos días: fuimos, somos y seguiremos siendo alternativos al Movimiento 5 Estrellas por cultura, política, programa e idea de la democracia”, dijo Orfini a los medios italianos. Por eso, resumió, “no existen condiciones para un acuerdo político” entre ambos partidos. Fico tiene plazo hasta el jueves para mediar entre las dos organizaciones.

Para Di Maio, no se trata de establecer una alianza con el Partido Democrático, sino, más bien, de llegar a “un contrato de gobierno” para aplicar un programa electoral que “no es de derecha ni izquierda, sino de sentido común”.