El ex dictador de Bolivia Luis García Meza murió ayer a los 88 años en un hospital militar de La Paz después de haber sufrido una serie de paros cardíacos. Cumplía una condena de 30 años de cárcel sin derecho a indulto por el asesinato de varios dirigentes de izquierda y otros delitos cometidos durante su dictadura (1980-1981). En enero de 2017, fue uno de los condenados a cadena perpetua por la Justicia italiana por su participación en el Plan Cóndor.

Tras conocer la noticia de su muerte, la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Mártires por la Liberación Nacional y Social de Bolivia aseguró que García Meza “se fue impune” porque “nunca se lo juzgó por desaparición forzada, ya que esa figura no existía” cuando se dictó su sentencia.