Un tribunal de Estambul condenó ayer a prisión a 13 directivos, periodistas, ilustradores y colaboradores del diario opositor turco Cumhuriyet. Las penas de cárcel van de dos años a siete años y medio. Según informó el propio diario, la Fiscalía acusó a los trabajadores de mantener vínculos “terroristas” con el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán y con el movimiento político y religioso islamista de Fethullah Gülen, al que el gobierno turco responsabiliza por el fallido golpe de Estado de 2016.

El director de la publicación, Akin Atalay –el único de los acusados que permanecía en prisión preventiva–, fue condenado a seis años y seis meses de cárcel por “ayudar a organizaciones terroristas”. Sin embargo, la Justicia decidió que quede en libertad hasta que se ordene la ejecución de la sentencia, informó la agencia de noticias Efe. En tanto, el jefe de redacción de la publicación, Murat Sabuncu, y el periodista de investigación Ahmet Sik fueron sentenciados a siete años de prisión.

El tribunal turco precisó que los casos contra el ex jefe de redacción Can Dündar y el periodista Ilhan Tanir, que se encuentran fuera del país, siguen pendientes de sentencia.

Durante la sesión de ayer, los abogados de los periodistas denunciaron que las acusaciones se basaron únicamente en los artículos y entrevistas que publicaron en el diario. También aseguraron que hubo informaciones del caso que la parte acusadora no quiso facilitar, pero que obtuvieron meses después mediante publicaciones en la prensa afín al gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan. Para los abogados, las acusaciones de la Fiscalía se usaron para “silenciar” al medio opositor.

Los periodistas tendrán libertad condicional hasta que la sentencia sea confirmada por una instancia superior de la Justicia.

El caso contra los trabajadores de Cumhuriyet se ha convertido en un símbolo de la represión contra la libertad de expresión en Turquía. Una de las representantes de Amnistía Internacional en el país, Milena Buyum, dijo ayer que la sentencia “desafía toda lógica”, tiene “motivos políticos” e “intenta imponer y silenciar cualquier forma de disidencia”.

Después de conocer el veredicto, Sabuncu declaró: “Si tuviera miedo sería una persona sin honor. Me quedaré en este país y, como he hecho siempre, continuaré haciendo periodismo de calidad. Ninguna sentencia matará el amor que siento por mi patria y por mi profesión”.

Por su parte, Ahmet Sik escribió en Twitter: “Ningún dictador en la historia ha podido silenciar a aquellos que tienen a la razón de su parte. Nosotros venceremos”.