El futuro de Horacio Cartes sigue siendo uno de los ejes de la política paraguaya. Primero el gobernante Partido Colorado buscó habilitar su reelección –objetivo que no pudo lograr–, y después el gobernante anunció que sería candidato a senador en las elecciones del domingo 22 de abril, algo que fue cuestionado por la oposición. En Paraguay, la Constitución dispone que los ex presidentes sean senadores vitalicios, con voz pero sin voto; sin embargo, la Corte Suprema de ese país habilitó la candidatura del presidente al Senado. Desde que lo hizo, la oposición promueve un juicio político a sus integrantes, porque considera que violaron la Constitución. Cartes fue electo, pero ahora reaparece la incertidumbre sobre si podrá ocupar la banca.

La nueva Cámara de Senadores prestará juramento el 30 de junio y comenzará sus funciones el día siguiente, pero el mandato de Cartes termina recién el 15 de agosto, por lo que las fechas se superponen. Si Cartes no asume junto a los demás senadores, la cámara alta debe convocar una sesión especial para que lo haga más adelante, algo para lo que el Partido Colorado podría no tener los votos suficientes. A esa situación se enfrentó el ex presidente Nicanor Duarte, que fue candidato a senador en 2008, mientras ocupaba la presidencia, y terminó su mandato en agosto de ese año. Duarte estuvo años sin poder asumir en su banca por la negativa de los parlamentarios a convocar una sesión para su asunción.

Cartes está dispuesto a renunciar a su cargo para asegurarse la banca, pero la presidencia quedaría vacante, ya que actualmente Paraguay no tiene presidente: Juan Afara dejó el cargo para candidatearse al Senado y todavía no fue designado nadie en su lugar.

El presidente paraguayo sugirió el nombre de una de las juezas de la Corte Suprema para que ocupe primero el lugar de Afara y después el suyo. Se trata de Alicia Pucheta, una de los integrantes de ese tribunal que votó a favor del fallo que le permitió ser candidato a senador. Es una posibilidad que Cartes planteó en marzo, cuando tuiteó: “Que unos pocos no nos arrebaten la posibilidad de tener a la ministra Alicia Pucheta como vicepresidente y luego como presidente de la República. Su gran labor y preparación, son muestra clara de que está a la altura para tomar este gran desafío”.

La propuesta ha recibido aplausos y críticas, y hoy se sabrá si es aceptada por la jueza, que debe renunciar a su cargo en la Corte Suprema para que su nombre sea considerado. Si su respuesta es afirmativa, según dirigentes del Partido Colorado, Cartes renunciaría en mayo.

Desde el partido gobernante argumentan que la presidencia de Pucheta, la primera de una mujer en Paraguay, sería meramente formal y que la jueza, que carece de trayectoria política, contaría con el apoyo del equipo de Cartes.

Sin embargo, todo el proceso podría verse frenado por la situación política que se generó después de las elecciones. La opositora Alianza Ganar denunció que hubo casos de fraude, por lo cual no ha aceptado el resultado oficial. La coalición reúne a los partidos más grandes de la oposición en el Congreso, el Partido Liberal Radical Auténtico y el Frente Guasu, y como medida de fuerza ha paralizado la actividad legislativa. Anteriormente no se había tratado en el Senado la renuncia de Afara, y la situación actual hace muy difícil que se designe a Pucheta como vicepresidenta y que se trate la renuncia de Cartes.