Estados Unidos y China declararon ayer que evitaron el comienzo de una guerra comercial. Alcanzaron un acuerdo con el que ambos suspendieron la entrada en vigor de aranceles a las importaciones que ambos países se habían impuesto mutuamente. Por este acuerdo, China se comprometió a aumentar la compra de productos estadounidenses para reducir el déficit de Estados Unidos en la balanza comercial entre ambos países.