“Luego de examinar conjuntamente las opciones para reanudar los diálogos lo más pronto posible, hemos decidido continuar el quinto ciclo [de conversaciones] en la ciudad de La Habana (Cuba) a partir de la próxima semana”, informaron el gobierno de Colombia y la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) en un comunicado conjunto difundido ayer.

El cambio de lugar ocurrió después de que el gobierno de Ecuador decidiera dejar de ser garante y sede de las conversaciones, debido al secuestro y asesinato de tres trabajadores del diario ecuatoriano El Comercio en abril. Por esos crímenes se responsabilizó a un grupo de ex guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) denominado Frente Oliver Sinisterra. Según las autoridades ecuatorianas, este frente y el ELN mantienen enfrentamientos en la frontera de ambos países porque esa zona forma parte de uno de los principales corredores del narcotráfico.

Sin vincular ambos hechos, pocos días después de que se conociera la noticia del asesinato de esas personas, el gobierno de Ecuador emitió un comunicado en el que anunció que suspendía “su condición de garante de los diálogos de paz” entre el gobierno colombiano y el ELN y que mantendría esa decisión “mientras la guerrilla del ELN continúe ejecutando actividades terroristas”.

El diálogo entre el gobierno de Juan Manuel Santos y el ELN comenzó en febrero del año pasado y, por lo que ha trascendido, ha tenido muy pocos avances. En 2017 se llegó a acordar un alto el fuego que ahora se busca reeditar, pero las negociaciones habían quedado trancadas por la falta de sede. Las partes evaluaron el traslado de los diálogos a varios de los países garantes de las conversaciones, entre ellos Brasil, Noruega o Venezuela, pero finalmente optaron por Cuba, donde se desarrollaron las conversaciones que derivaron en la firma del acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.

El jefe de equipo de los garantes cubanos, Iván Mora, dijo a medios de su país que en La Habana “se están haciendo los preparativos de carácter logístico para que el quinto ciclo [de conversaciones] pueda iniciarse la próxima semana”.

Santos celebró la reinstalación del diálogo y pidió que se busque “avanzar lo máximo posible” en el proceso, especialmente hacia un “cese al fuego que salve vidas”. La continuidad de los diálogos está amenazada por la cercanía de las elecciones del 27 de mayo, en las que el favorito es el conservador Iván Duque, que a mediados de mayo celebró la decisión de Ecuador y pidió al gobierno que no buscara otra sede.