Sindicatos, organizaciones sociales y partidos políticos de izquierda, entre ellos La Francia Insumisa y el Partido Comunista, protestaron el sábado en las calles de París para cuestionar al gobierno de Emmanuel Macron, a un año de su elección. Según los organizadores, la convocatoria reunió a 160.000 personas, mientras que, de acuerdo con la Policía, participaron 40.000.
La movilización, llamada “La fiesta de Macron”, recorrió el centro de París, desde la plaza de la Ópera hasta la de la Bastilla, y también hubo protestas en Toulouse, Burdeos y otras ciudades francesas. “Somos una concentración feliz y sonriente. Una concentración que condena la violencia y, en primer lugar, la violencia verbal de los todopoderosos”, dijo el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, según citó Efe. Esta y otras agencias de noticias coincidieron en que el clima de la manifestación fue festivo, tal como querían los convocantes, y fueron pocos los momentos de tensión entre los participantes en la marcha y los 2.000 policías destinados a vigilarla.
“Somos los que todavía protestamos contra la violencia social del mundo [...], contra la violencia contra los trabajadores martirizados en sus puestos de trabajo [...]. Podemos perder unas elecciones, incluidas las próximas, pero nunca nos desarmaremos porque sabemos que el mundo en el que vivimos está podrido”, dijo Mélenchon, según citó Europa Press.
“Abajo el presidente de los ricos”, “No al golpe de Estado social”, eran algunas de las frases que se leían en carteles y se escuchaban en consignas, y en la convocatoria se acusaba a Macron de gobernar “como un Robin Hood al revés: quitándoles a los pobres para darles a los ricos”.
Para el sábado 26 está prevista otra jornada de protestas.