Túnez celebró ayer unas elecciones municipales que fueron consideradas otro paso en la transición que comenzó en 2011, cuando las protestas de la primavera árabe forzaron la renuncia del presidente Zine el Abedine Ben Alí, que llevaba 23 años en el gobierno. Se esperaba ayer una baja participación, cercana a 30%, por el malestar que persiste en los tunecinos. Se repiten las protestas y los reclamos por los problemas económicos y sociales.

En las municipales competían dos grandes partidos que a su vez son aliados en el gobierno: el islamista y conservador Ennhada, que es mayoritario en el Parlamento y que ayer se atribuyó la victoria electoral, y el laico Nidaá Tunis. Según informó la agencia de noticias Efe, si se confirma la victoria de Ennhada en la ciudad de Túnez, su candidata, Suad Abderrahim, será la primera mujer alcaldesa de la capital de un país árabe.