La organización vasca Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad, ETA) dio un paso más en su decisión de dejar las armas y anunció la disolución de todas sus estructuras. Lo hizo en un comunicado fechado el 16 de abril que envió a distintas organizaciones vascas y al que accedió el periódico digital eldiario.es.

El grupo armado, fundado en 1959 con los objetivos de buscar la independencia del País Vasco y la creación de un Estado socialista, informó que “ha disuelto completamente todas sus estructuras y ha dado por terminada su iniciativa política”, poniéndole punto final a un “ciclo histórico de 60 años”.

ETA afirma que “se formó del pueblo y al pueblo vuelve” con esta decisión que, además, implica “una aportación en el camino hacia la consecución de la paz y la libertad en Euskal Herria”.

Sin embargo, también advierte que su decisión, que sigue a otras encaminadas a terminar con la violencia y que no han tenido respuesta de los gobiernos de España y Francia, “no supera el conflicto que Euskal Herria” mantiene con estos países. “El conflicto no comenzó con ETA y no termina con el final del recorrido de ETA”, dice el grupo en la carta.

Por otra parte, la organización reconoce que no se han alcanzado acuerdos ni con el gobierno ni con “los agentes vascos”, y asume “la parte [de la responsabilidad] que le corresponde” por ello. Finalmente, considera que “años de confrontación han dejado heridas profundas” a las que “hay que darles la cura adecuada” porque “el sufrimiento no es cosa del pasado”.

La carta se dio a conocer después de que ETA hiciera varios gestos en las últimas semanas. El primero de ellos fue, el 20 de abril, la publicación de un comunicado en los diarios vascos Gara y Berria en el que se comprometió con “la superación definitiva de las consecuencias del conflicto” y con la “no repetición”. Además, reconoció que en el marco de su lucha armada ha “provocado mucho dolor”, incluyendo “daños que no tienen solución”, y mostró su “respeto” a las víctimas de sus acciones. “Lo sentimos de veras”, agregó. Por último, en el texto, reconoció que “ha provocado también víctimas que no tenían una participación directa en el conflicto”.

El otro gesto fue indirecto: el Grupo Internacional de Contacto, que ha acompañado las medidas de desmovilización de ETA, convocó un encuentro para mañana. El ex secretario general de Interpol Raymond Kendall, uno de los representantes del grupo, dijo que se trata de un “encuentro internacional” que será “primordial” para avanzar hacia “una paz justa y duradera” en el País Vasco. “Hay condiciones, nuevos pasos relevantes”, agregó. El grupo no dio más información, pero se daba por sentado que en el encuentro se anunciará su disolución definitiva Los gobiernos del País Vasco, Navarra y España ya anunciaron que no acudirán al encuentro de mañana porque no quieren avalar una iniciativa que es exclusiva de ETA. Tampoco lo harán el Partido Popular y el Partido Socialista del País Vasco, aunque sí asistirá una delegación del Partido Nacionalista Vasco, que gobierna la comunidad autónoma. Por su parte, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, advirtió a los integrantes de ETA que, aunque el grupo se desintegre totalmente, las fuerzas de seguridad “seguirán persiguiendo a los terroristas allí donde se encuentren”.