La situación que dejaron las últimas elecciones en Italia parece estar cerca de una resolución temporal. La victoria fue de la coalición de derecha de Liga y Forza Italia –Liga fue el más votado de los dos– y el Movimiento 5 Estrellas fue el partido con más respaldo. Sin embargo, ninguno logró el apoyo suficiente para formar un gobierno en solitario, por lo cual fue necesario comenzar negociaciones para buscar una alianza.

El Movimiento 5 Estrellas, de Luigi di Maio, comenzó sus conversaciones con Liga, de Matteo Salvini, pero puso como condición la exclusión de Silvio Berlusconi, líder de Forza Italia. Después de algunas idas y vueltas, Salvini rechazó esta y otras condiciones, algo que se atribuye no sólo a las diferencias políticas entre ambas agrupaciones sino también a una supuesta búsqueda de nuevas elecciones, dado que Liga creció en las encuestas desde que se celebraron los comicios.

Después fue el turno de que el Movimiento 5 Estrellas negociara con el Partido Democrático, que atraviesa uno de sus peores momentos después de las fracturas internas de los últimos años y el mal resultado electoral de marzo, que derivó en la renuncia de su secretario general, el ex primer ministro Matteo Renzi. La dirección del Partido Democrático rechazó el acuerdo.

Con la situación en punto muerto, la semana pasada Di Maio publicó un video en redes sociales en el que pidió al presidente, Sergio Mattarella, que convoque nuevas elecciones, pero este optó por llamar a otra ronda de conversaciones, que tampoco dio resultados.

Ayer Mattarella reconoció que la situación es, en este momento, insalvable. Compareció ante los medios y dijo que les propuso a los partidos que respalden la formación de un “gobierno neutral” que dirija el país hasta diciembre o, como una alternativa menos recomendada, que se realicen nuevas elecciones durante el verano italiano, en julio u octubre. Será Mattarella el que designe a un candidato para ocupar el cargo de primer ministro “neutral”, pero sea quien sea necesitará el respaldo del Parlamento para poder asumirlo. Liga y el Movimiento 5 Estrellas cuentan con la mayoría parlamentaria, por lo que Mattarella necesita su respaldo.

Las dos agrupaciones rechazaron ayer esta posibilidad de un gobierno técnico, recordando el de Mateo Monti (2011-2013), al que acusaron de haber seguido los dictámenes de la Unión Europea y de no tener a los italianos como prioridad. “¡Votemos en julio!”, pidió Di Maio en Twitter, la misma red social a la que recurrió Salvini para asegurar que Italia necesita “un gobierno valiente, decidido y libre que defienda en Europa el principio de ‘primero los italianos’, que proteja el trabajo y las fronteras, y que no siga sin hacer nada”.

Además, Salvini reclamó a Mattarella que, como candidato con más respaldo de la coalición más votada, le encargue la formación de un nuevo Ejecutivo, lo que le permitiría asistir a una sesión de investidura en el Parlamento para, incluso, buscar gobernar en minoría.