El gobierno de Líbano anunció ayer los resultados oficiales de las elecciones que se celebraron el domingo para elegir a los 128 diputados que integran el Parlamento. Los datos, revelados por el ministro del Interior, Nuhad Machnuk, muestran que el movimiento chiita Hezbolá y sus aliados políticos fueron los que obtuvieron más escaños. Los segundos más votados fueron los cristianos de Fuerzas Libanesas.

La información no es definitiva porque todavía no se han escrutado los votos de una de las 15 circunscripciones del país, aunque es bastante abarcativa. Según Machnuk, el resultado final será anunciado entre hoy y mañana.

El gran perdedor de la cita cívica fue el Movimiento del Futuro del primer ministro libanés, el sunita Saad Hariri, que perdió cerca de un tercio de sus escaños y quedó tercero. El partido oficialista recibió un duro golpe al perder el apoyo de Beirut, la capital y uno de sus bastiones más sólidos, y de la ciudad de Trípoli, de población mayoritariamente sunita.

“Varios escaños más o menos no son el fin del mundo”, ironizó Hariri ayer en una conferencia de prensa televisada en la que reconoció su derrota. El primer ministro pronunció un discurso conciliador y aseguró que su partido “seguirá trabajando al servicio de Líbano y de los libaneses y apostando por un gobierno de unidad”. A la vez, felicitó al pueblo “por haber expresado su voto en unas elecciones democráticas”, las primeras parlamentarias que se celebraron en nueve años.

A pesar de la pérdida de escaños, los resultados posicionan a Hariri como el favorito para formar el próximo gobierno, ya que es el líder sunita con la bancada parlamentaria más grande y la Constitución libanesa establece que el primer ministro tiene que ser sunita. Este punto hace necesarias las negociaciones entre las distintas organizaciones políticas a la hora de formar un gobierno. “Les tiendo la mano a todos los libaneses que participen para apoyar la estabilidad política y mejorar las vidas de todos los libaneses”, dijo ayer Hariri en ese sentido.

Por su parte, el secretario general de Hezbolá, Hasan Nasralá, celebró la “victoria política y moral de la resistencia”. También alabó la persistencia de sus aliados y amigos, “a pesar de las repetidas presiones políticas y mediáticas extranjeras vertidas sobre ellos en los últimos años”, en alusión a Estados Unidos y la Unión Europea, que incluyen al grupo chiita en la lista de “organizaciones terroristas”. Para Nasralá, “el proyecto político de la resistencia cobra fuerza” ahora, “con el respaldo en el Parlamento”. Y agregó que el Congreso “será una garantía para proteger la resistencia y la ecuación dorada entre el pueblo, el Ejército y la resistencia”.

El portavoz del Parlamento, Nabih Berri, llamó a la inmediata formación del nuevo gobierno una vez que sean publicados los datos oficiales. Empieza así una etapa de negociaciones entre partidos en un contexto que, por el momento, se ve dividido. De ese diálogo deberá surgir, en primer lugar, el nombre del próximo primer ministro.