El dirigente izquierdista Andrés Manuel López Obrador se mantiene desde hace varias semanas como el candidato favorito a la presidencia de México, y sigue ampliando su ventaja cuando faltan menos de dos meses para las elecciones, previstas para el 1º de julio.

Según el último sondeo de intención de voto, difundido el martes, López Obrador –candidato de una coalición encabezada por su Movimiento Regeneración Nacional (Morena)–, cuenta con 32,6% de apoyos. En abril, la misma encuesta (elaborada por la firma Mitofsky) lo ubicaba con 31,9% de las preferencias.

En segundo lugar se encuentra Ricardo Anaya, de la alianza liderada por el derechista Partido Acción Nacional (PAN), que tiene 20,5% de respaldo, casi sin cambios respecto del 20,8% del sondeo anterior. Anaya representa a la coalición Por México al Frente, que reúne también al Partido de la Revolución Democrática y el Movimiento Ciudadano.

Aferrado a la tercera posición está el ex ministro de Hacienda José Antonio Meade, aspirante de la alianza que lidera el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), también de derecha. Si bien mantiene el puesto, el candidato oficialista cayó cinco puntos porcentuales y actualmente reúne 14,5% de intención de voto.

La única mujer en carrera y la primera en presentar una candidatura independiente, Margarita Zavala, formalizó ayer su renuncia ante el Instituto Nacional Electoral (INE), en un momento en que no llegaba a 3% de respaldo. Zavala, que antes de postularse renunció al PAN por diferencias con la dirección del partido, explicó que abandonaba el proceso electoral “por un principio de congruencia y honestidad política”. A la vez, dijo que daba “libertad” a sus seguidores al momento de elegir qué papeleta ingresar en las urnas y aseguró que no “declina” por “ningún otro candidato”.

A pesar de esa última precisión, Anaya –que fue una de las principales razones por las que Zavala abandonó las filas del PAN– no demoró en tenderle la mano, y en un acto de campaña dijo que le “encantaría hacer un equipo” con ella, “en este momento o en otro”. Agregó: “Sus aportaciones al país y, en particular, a esta contienda electoral han sido muy valiosas”.

Tampoco Meade escatimó en elogios y, tras el anuncio de Zavala, escribió en Twitter: “Siempre contará con mi amistad y reconocimiento. Nuestra democracia se fortalece con su participación y valentía”. En la misma red social, el presidente del PRI, René Juárez, afirmó que “las puertas están abiertas a todas y todos los mexicanos que amen a este país”, y pidió que respalden a Meade para evitar “saltos al vacío”.

Ahora, los dos candidatos de derecha se pelean por conquistar el voto de los seguidores de Zavala que, si bien se presentaba como de “centro”, lideraba una agenda más bien conservadora. Tal vez los entredichos que protagonizaron en el pasado Zavala y Anaya le jueguen en contra al candidato del PAN y redirijan el voto hacia Meade.

Dejando de lado las alianzas políticas, la campaña electoral mexicana estuvo también marcada por la violencia. Desde el día que comenzó el proceso electoral, el 8 de setiembre, 94 candidatos fueron asesinados y 305 sufrieron algún tipo de agresión.

La Comisión Permanente del Parlamento mexicano emitió un pronunciamiento el miércoles condenando estos hechos. En el texto, los parlamentarios hicieron un llamado a las instituciones responsables de organizar las elecciones para que convoquen a todos los participantes en el proceso electoral a conducirse “con pleno respeto a las reglas de competencia y a no generar clima de violencia entre candidatos y ciudadanos”.

La comisión también pidió a las autoridades federales, estatales y municipales el fortalecimiento de los mecanismos de protección de los candidatos durante los actos de campaña. El pronunciamiento fue aprobado por unanimidad por los senadores y diputados de todos los partidos políticos.

En las elecciones de julio, los mexicanos acudirán a las urnas para elegir al nuevo presidente y renovar los cargos de los 128 senadores y 500 diputados que integran el Parlamento. Además, se elegirán nueve gobernadores –incluido el jefe de gobierno de Ciudad de México– y más de 3.400 alcaldes.