En un hogar de veteranos de guerra en Estados Unidos murió ayer a los 90 años el ex agente de la CIA Luis Posada Carriles, considerado un “terrorista” por el gobierno cubano y un “héroe anticastrista” por la oposición.
Posada Carriles tuvo una activa participación en al menos un intento de asesinar a Fidel Castro y en varios dedicados a derrocar su gobierno. Entre otras cosas, participó en la fallida invasión por parte de cubanos entrenados y financiados por la CIA en la Bahía de Cochinos en 1961 y en el año 2000 fue condenado en Panamá por complotar para asesinar a Castro, aunque fue perdonado tras cumplir cuatro años de pena.
También fue señalado por el Departamento de Estado de Estados Unidos como el más probable autor de un ataque contra un avión cubano en Barbados en 1976, que causó la muerte de 73 personas. En documentos de ese organismo consta que fue un informante pagado por la CIA, que estaba al tanto de su intención de derrocar a Castro.
Por su parte, el gobierno cubano lo ha acusado de ser responsable de una serie de atentados con bombas en hoteles cubanos en los años 90, algo que él reconoció en una entrevista con The New York Times.
Durante décadas fue reclamado a Estados Unidos por parte de los sistemas judiciales de Venezuela y Cuba, que no obtuvieron respuesta.