El fiscal federal de la ciudad de Río Grande, Tierra del Fuego, Marcelo Rapoport, pidió que sean detenidos e indagados 26 militares a los que acusa de haber torturado a sus subalternos durante la guerra de las Malvinas, en 1982, en el ámbito de la Fuerza de Tareas Yapeyú.
Rapoport denuncia que estos militares ordenaron y ejecutaron torturas como forma de disciplinar a los jóvenes que cumplían con el servicio militar obligatorio y eran obligados a viajar a la guerra de las Malvinas. En las islas les faltaba abrigo y comida, y cuando protestaban eran torturados, cuenta Rapoport en su denuncia, en la que reafirma que se trata de delitos de lesa humanidad y, por lo tanto, imprescriptibles.
La causa se abrió hace 11 años, a raíz de una denuncia presentada por Pablo Vassel, ex secretario de Derechos Humanos de Corrientes. El funcionario reunió los testimonios de 23 ex soldados que fueron testigos o víctimas de torturas, y que también denunciaron la muerte de tres soldados.
El imputado de mayor jerarquía es el general Omar Edgardo Parada, jefe de la Brigada de Infantería III, en la que se aplicaron las torturas. El fiscal denunció además una política estatal posterior “orientada a ocultar” los crímenes cometidos en las Malvinas, que incluyó “medidas de acción psicológica sobre soldados” e “inteligencia ilegal sobre [ex] combatientes y organizaciones que los nuclearon”.