Un edificio de 24 pisos se derrumbó ayer en el centro de San Pablo durante un incendio que comenzó en el quinto piso y se esparció rápidamente a otros. Como resultado, un hombre murió y tres personas permanecían desaparecidas ayer.

El edificio, que era una antigua sede de la Policía Federal, estaba ocupado por unas 400 personas. El gobernador de San Pablo, Márcio França, visitó el lugar y dijo que el derrumbe era “previsible” dadas las malas condiciones de la edificación.

También estuvo allí el presidente de Brasil, Michel Temer, que prometió su apoyo a los afectados pero tuvo que retirarse a los cinco minutos por los insultos de varios manifestantes, que entre otras cosas le gritaban “golpista”.