En el Parlamento de Cataluña se terminó ayer con una larga etapa en la que esa comunidad autónoma careció de Ejecutivo propio, pero esto no implicó el fin de la incertidumbre. Quim Torra fue elegido presidente con los votos a favor de las dos principales agrupaciones independentistas, con el voto en contra de toda la oposición, excepto por Candidatura de Unidad Popular (CUP), que se abstuvo. El discurso de Torra incluyó varios guiños a la CUP, el sector más duro del independentismo, que informó que se mantendrá en la oposición. El nuevo presidente catalán le pidió a esa organización política que se mantenga “alerta” por si su gobierno cae en la “tentación autonomista”.

Aunque esta semana Torra asuma la presidencia, la incertidumbre no termina, porque se trata de un independentista que ha acompañado algunas de las iniciativas más cuestionadas en los últimos meses e incluso ayer habló de la importancia de que regrese al cargo su antecesor, Carles Puigdemont, que se encuentra en Alemania y a quien considera que hay que restituir en la presidencia catalana. Además, tras obtener el respaldo del Parlamento, Torra subrayó la importancia de las tres “vías de acción republicana”: el Consejo de la República –el gobierno en el exilio integrado por los ex integrantes del Ejecutivo catalán que declararon la independencia en octubre–, el Parlamento y el gobierno que él encabezará, y el “proceso constituyente” impulsado por la sociedad civil.

La respuesta del gobierno de Mariano Rajoy fue convocar a los líderes del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, y de Ciudadanos, Albert Rivera. Se encontrará con ellos martes y jueves, respectivamente, y después buscará mostrar un frente común de estos tres partidos, que se oponen al independentismo catalán.

Tanto Rajoy como el PSOE han mostrado mesura al valorar la elección de Torra. El presidente del gobierno español dijo que es necesario “dejar a un lado la ansiedad”, ver cuáles son las acciones del nuevo Ejecutivo catalán y después decidir los pasos a dar. Por su parte, el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, dijo que el partido está abierto al diálogo, pero no vacilará en respaldar una nueva intervención si se vulnera “la legalidad” o existe un “incumplimiento” por parte de Cataluña.

La postura expresada por Ciudadanos fue un poco más encendida. “No podemos perder tiempo ni mirar hacia otro lado”, dijo el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, quien aseguró que el gobierno debe “actuar ya”. En su opinión, se debe extender la actual intervención de las instituciones catalanas, que había sido dispuesta mediante el artículo 155 de la Constitución y que sigue vigente hasta que asuma Torra.