En Francia, fue alcalde de Évry, titular del Ministerio del Interior y primer ministro del gobierno de François Hollande. Todos los cargos los ocupó en representación del Partido Socialista, al que se afilió cuando tenía apenas 17 años. En junio de 2017, en una movida que muchos calificaron de “traición”, abandonó las filas socialistas para sumarse a la formación centrista del actual presidente francés, Emmanuel Macron. Antes, había perdido la oportunidad de representar a su partido en las elecciones presidenciales. Ahora, quiere probar suerte en Cataluña, donde planea postularse como candidato a la alcaldía de Barcelona, la ciudad en la que nació (pero en la que nunca vivió).

Después de varios tropezones políticos, Manuel Valls busca reinventarse y vio una gran oportunidad de recobrar popularidad cuando el partido derechista español Ciudadanos le ofreció postularse para la alcaldía de la capital catalana en las elecciones municipales de 2019. “Una persona del nivel de Valls, ex primer ministro francés y un demócrata convencido, merece todo el respeto”, dijo el 20 de abril el líder de esa organización política, Albert Rivera, cuando confirmó lo que hasta ese momento eran sólo rumores.

Ese día, más temprano, Valls reconoció en una entrevista con el canal español TVE que estaba estudiando la oferta de Ciudadanos y se mostró favorable a “continuar en el debate independentista”, porque si bien “el proyecto separatista ha muerto por la respuesta del rey [de España] y de Europa”, las “ideas independentistas seguirán y el proceso va a ser largo porque la sociedad está muy dividida”. Después, fijó su postura: “España es un Estado democrático de derecho con una Constitución de las más democráticas que existen en el mundo; sin embargo, no hay posibilidad para Cataluña de salir de España”.

La idea de que Valls se postule como candidato de Ciudadanos tomó más forma en las últimas horas, cuando los barceloneses empezaron a recibir llamadas telefónicas que comienzan con la pregunta: “Si finalmente Manuel Valls se presentara como candidato por Ciudadanos a la alcaldía de Barcelona, ¿cambiaría de voto o seguiría votando lo mismo?”. Se trata de un sondeo que realiza la empresa Infoccom, a pedido del partido de Rivera, para conocer la opinión de los votantes sobre el político francés.

A pesar del entusiasmo que mostraron los líderes de Ciudadanos por respaldar la candidatura de Valls, el ex primer ministro se empezó a desmarcar de la formación de derecha en los últimos días. El lunes, en declaraciones a Catalunya Ràdio, el francés dejó abierta la posibilidad de liderar una plataforma de partidos que defienden la constitución actual y se oponen a la independencia catalana, en vez de postularse a la alcaldía de Barcelona de la mano de una sola organización política. “No he salido de un partido para entrar en otro. Quiero una plataforma abierta”, dijo. Si bien no mencionó a qué otros partidos se refería, está claro que los que se oponen al independentismo catalán son –además de Ciudadanos– el Partido Popular (PP) y el Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC). En la misma entrevista, protagonizó un papelón cuando no supo responder cuántos barrios tiene Barcelona.

Luego de las declaraciones de Valls, el portavoz de Ciudadanos, José Manuel Villegas, confirmó en una conferencia de prensa que podrían llegar a apoyar esa propuesta. “Estamos abiertos a que Valls sea el candidato de la lista y a hacer una lista amplia con más personas independientes o vinculadas a otros partidos”, afirmó. Al mismo tiempo, Villegas aclaró que por el momento no hay prevista “ninguna ronda de conversaciones con otros partidos”.

Sin embargo, el PSC ya rechazó la invitación. Esta semana, el secretario de Organización de los socialistas catalanes, Salvador Illa, adelantó que no se presentarán con Ciudadanos y el PP, y reiteró que su candidato a las municipales es Jaume Collboni.

Illa también dijo que la propuesta de Valls les resultaba contradictoria: “No entendemos cómo una persona que se presenta en primer término con Ciudadanos luego apela a una lista unitaria. Parece que hay algo que no ha funcionado”.

En el mismo sentido, el secretario de Organización del Partido Socialista Obrero Español, José Luis Ábalos, le dijo a la cadena La Sexta que, para la alcaldía de Barcelona, su partido va a defender una candidatura “netamente socialista”. Además, fue especialmente crítico con Valls, al cuestionar –sin nombrarlo– las “importaciones de políticos” a los que “ya se les pasó su momento” y han “fracasado en su propio país”.

El desembarco de Valls en Barcelona también molestó a las autoridades de la ciudad. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, consideró ayer “totalmente inadmisible” que Valls “aspire a gobernar” Barcelona sin conocer de “memoria sus 73 barrios” o “sus problemas reales”, en referencia a la entrevista de Catalunya Ràdio.

En la misma línea, el precandidato del Partido Demócrata Europeo Catalán a la alcaldía de Barcelona, Carles Agustí, aseguró que un triunfo de la plataforma de partidos que propone Valls supondría la entrada de la “extrema derecha” en la ciudad. A su entender, el proyecto se basaría “en el odio a aquello que es catalán y a todo aquello que es Cataluña”. Con sus declaraciones, respaldó al titular de su partido en Barcelona, el ex alcalde Xavier Trias, que esta semana llamó “facho” al político francés.