La Justicia de El Salvador emitió una orden de captura internacional contra el ex presidente Mauricio Funes, del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). El dirigente y otras 31 personas, entre ellas dos de sus hijos, su ex esposa y su actual pareja, están acusados de malversar unos 231 millones de dólares del Estado y derivarlos a cuentas particulares. De esas cuentas, según la Fiscalía, sacaron unos 292 millones de dólares en efectivo. El juzgado dispuso que los 32 cumplan prisión preventiva.

Desde 2016, Funes, que gobernó de 2009 a 2014, está asilado en Nicaragua junto a parte de su familia. Cuando solicitó asilo argumentó que era un perseguido político –a pesar de que el FMLN todavía gobierna El Salvador–, y ayer volvió a cuestionar estas acciones judiciales. “Muchos testigos citados por la Fiscalía fueron amenazados de que los incriminarían si no declaraban en mi contra”, dijo en redes sociales. Agregó que se trata de testigos que dicen “lo que sea con tal de lograr beneficios procesales”.

La ex esposa de Funes, Vanda Pignato, era secretaria de Inclusión Social del actual gobierno hasta que fue detenida, hace un año. Según informó la agencia Efe, el FMLN presentó el lunes firmas para pedir que Pignato quede en libertad mientras se procesa el juicio porque está enferma, detenida en un sanatorio.