El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, llamó ayer al presidente argentino, Mauricio Macri, para pedirle que intercediera ante las autoridades de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para que revieran su decisión de cancelar un partido amistoso que jugarían las selecciones de los dos países, informó la Agencia Judía de Noticias. El partido estaba previsto para el sábado, en Jerusalén. La elección de esta ciudad generó malestar en Palestina y diversas protestas. Ayer se reunieron manifestantes frente al hotel de Barcelona donde se alojaba la selección argentina, que entrena en España.

“Me parece bien que se haya suspendido el partido de la Argentina con Israel. Se ha hecho lo correcto; no valía la pena. Lo que pasa en esos lugares, donde matan tanta gente, como ser humano no se puede aceptar de ninguna manera. Las familias de los jugadores estaban sufriendo por las amenazas”, dijo a Radio 10 el dirigente sindical y vicepresidente de la AFA Hugo Moyano. Sin embargo, hasta anoche no se había oficializado la decisión, y según informó el diario argentino La Nación, tampoco estaba previsto oficializarla.

“Venir a Jerusalén en este momento en el que todo el mundo está enojado con lo que hizo” el presidente estadounidense, Donald Trump, al trasladar su embajada en Israel de Tel Aviv a esa ciudad, “es muy grave”, dijo a la agencia de noticias Efe la directora del Departamento Internacional de la Federación Palestina de Fútbol, Susan Shalabi. “¿Cómo esperan tener el apoyo de los países árabes y musulmanes? Si vienen, nadie en el mundo árabe y musulmán considerará siquiera a Argentina como posible sede del Mundial del 2030”, agregó.

Al igual que Netanyahu, el presidente de la Federación Palestina de Fútbol, Jibril Rajoub, se comunicó con el gobierno argentino mediante una carta, que también le envió a la AFA, en la que advirtió: “Vamos a iniciar una campaña contra la federación argentina, apuntando personalmente a [Lionel] Messi, que cuenta con decenas de millones de seguidores en los países árabes y musulmanes. Pedimos a todos que quemen las camisetas con su nombre y los carteles en los que aparezca”.

Cuando se conoció la decisión de la AFA, Shalabi celebró “que el equipo argentino haya decidido no prestarse para convertirse en una herramienta política”. Por su parte, el director de la Asociación de Fútbol de Israel, Ofer Eini, dijo al diario Maariv que, aunque lo lamenta, “entiende la presión que ha sufrido la selección argentina”. Agregó que “informará sobre la respuesta”.

La Secretaría de Comunicación Pública argentina recordó anoche, en un comunicado citado por La Nación, que “la AFA es una asociación civil sin vinculación con el Estado Argentino y que el gobierno no participa ni tiene injerencia alguna en la organización del evento ni en ninguna otra actividad en la que esta participe, en conformidad con los estatutos de la FIFA”. También reafirmó la posición argentina acerca del estatus especial de Jerusalén, “según lo establecido por las resoluciones del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General de las Naciones Unidas”.