La Audiencia de Navarra dejó ayer en libertad provisional a los cinco miembros de “la manada” que en abril fueron condenados a nueve años de prisión por abusar sexualmente de una joven durante las fiestas de San Fermín de 2016, en la ciudad de Pamplona. Los cinco están desde el 7 de julio de ese año en prisión preventiva, un régimen en el que pueden permanecer por un plazo máximo de dos años. Ese plazo vence en dos semanas.
La decisión que tomó ayer la audiencia no fue unánime: se aprobó por el voto de dos de los tres magistrados. El que votó en contra fue el presidente del tribunal, José Francisco Cobo, que abogaba por mantener la prisión preventiva de forma incondicional. En ocasiones anteriores, los magistrados se habían opuesto a la excarcelación de “la manada”, solicitada por sus abogados, porque entendían que existía un riesgo de fuga y de reiteración del delito por parte de los acusados.
Esta vez, los jueces resolvieron que los condenados podrán ser liberados de manera provisional si pagan una fianza de unos 7.000 dólares. También establecieron la obligación de que comparezcan todos los lunes, miércoles y viernes en el juzgado de guardia de su localidad. Los cinco hombres tendrán prohibido el ingreso a la Comunidad de Madrid, no podrán establecer comunicación con la víctima y tampoco podrán salir del territorio nacional sin autorización judicial. Además, se les retirarán los pasaportes.
La Fiscalía y los abogados de la víctima habían solicitado 22 años y diez meses de prisión para los responsables, a quienes acusaban de abuso sexual, agresión sexual, robo con violencia e intimidación. Pero en abril sólo fueron condenados por el primer delito. Esto causó la indignación de colectivos feministas y organizaciones sociales que se manifestaron en las calles al grito de: “No es abuso, es violación”.
Ayer esos movimientos volvieron a invadir las calles para rechazar la decisión del tribunal y denunciar las carencias de un sistema judicial que, consideran, no protege a las mujeres. En Pamplona, una convocatoria del movimiento feminista que circuló en las redes sociales reunió a más de 3.000 mujeres –según datos de la Policía local–, que se manifestaron alrededor de una pancarta gigante que rugía: “Somos mujeres: no vamos a parar”. Las manifestantes mostraban banderas y carteles con consignas como “Esta Justicia es una mierda”, “No es no, lo demás es violación”, “Hermana, yo sí te creo” y “Basta ya de Justicia patriarcal”.
En Madrid hubo otra convocatoria, en las puertas del Ministerio de Justicia. Las protestas se repitieron en otras ciudades, como Bilbao, Barcelona y Santiago de Compostela. Los colectivos feministas adelantaron que las movilizaciones continuarán en los próximos días, hasta que haya “apuestas institucionales, medidas valientes y el compromiso de todos los agentes políticos y sociales” para reformar el sistema judicial, “que es una herramienta más que reproduce el heteropatriarcado”.
La libertad de “la manada” también generó reacciones de rechazo de parte de dirigentes del gobernante Partido Socialista Obrero Español, y de Podemos e Izquierda Unida. Uno de los más duros fue Íñigo Errejón, el secretario de Análisis Estratégico y Cambio Político de Podemos, quien consideró en Twitter que la decisión de sacar a los cincos abusadores de la cárcel es “una vergüenza”, “suena a siglo pasado” y “condena a todas las mujeres a más inseguridad”.