Cuando se creó la actual Constitución de la República de Irlanda, en 1937, el artículo 41.2 fue muy resistido por el movimiento feminista. A pesar de ese rechazo, se aprobó en referéndum, continúa vigente y ahora se discute la posibilidad de derogarlo mediante una nueva consulta popular. Ese artículo dice que Irlanda “reconoce que gracias a su vida en el hogar, la mujer da al Estado un apoyo sin el cual no se puede lograr el bien común. Por lo tanto, el Estado se esforzará por garantizar que las madres no se vean obligadas a trabajar por necesidad económica si eso menoscaba sus deberes en el hogar”.

Su eliminación de la legislación de Irlanda es una nueva meta en materia de igualdad de género en ese país, que en mayo derogó una enmienda constitucional que impedía cambiar su legislación sobre el aborto, considerada una de las más restrictivas del mundo. Tanto activistas como dirigentes políticos evalúan qué pasos conviene dar para terminar con ese artículo, informaron el periódico británico The Guardian y el español eldiario.es.

La dirigente del partido Sinn Féin Mary Lou McDonald dijo en 2015 que el artículo “relega constitucionalmente a una ciudadanía de segunda”, recordaron esos medios. Mucho antes, en 1937, Gertrude Gaffney, periodista del diario The Irish Independent, escribió acerca de Éamon de Valera, quien dirigía por entonces la redacción de una nueva Constitución, y afirmó que siempre había “sido un reaccionario en lo referido a las mujeres”. Agregó: “[su objetivo] ha sido ponernos en lo que él considera nuestro lugar y mantenernos allí”. De acuerdo con el diario irlandés The Journal y la revista Newsweek, en su momento el artículo 41.2 se vinculaba con un alto desempleo que había entonces en el país, pero quedó en la Constitución por más de 80 años.