Minutos antes de que el reloj marcara las 10.00, y luego de un debate que duró cerca de 22 horas, el presidente de la Cámara de Diputados de Argentina, Emilio Monzó, anunció ayer el resultado de una de las votaciones más tensas y parejas del último tiempo en el país. Afuera del Congreso, una multitud de mujeres envueltas en frazadas, bufandas y banderas para resistir al frío, luciendo sus pañuelos verdes y con las caras pintadas del mismo color, esperaban atentas el veredicto.

Luego de una larga noche de vigilia, las mujeres escucharon por fin las palabras de cierre de Monzó, mediante la pantalla gigante dispuesta en la calle: 129 diputados habían votado a favor del proyecto de ley para legalizar el aborto y 125 lo habían rechazado. La marea verde estalló en saltos, gritos, abrazos y lágrimas, entre cánticos que celebraban: “Aborto legal en el hospital”.

El aplauso era de alegría y emoción pero también de alivio. Unas horas antes, el pronóstico que se imponía con más fuerza en las inmediaciones del recinto parlamentario era que la media sanción no salía. Las diputadas que defendían el aborto legal –y que durante toda la madrugada se movilizaron en los pasillos del Congreso, en las calles y en las redes para lograr adhesiones– seguían esperando un gesto. En particular, pedían al gobierno del presidente, Mauricio Macri, que mediara a favor de la ley. No hubo respuesta.

Sin embargo, ese gesto llegó a las 8.00 desde otro sector, cuando tres diputados de La Pampa, integrantes del Partido Justicialista, anunciaron que revertirían su voto en contra. “Junto a Melina Delú y Ariel Rauschenberger, los tres diputados nacionales peronistas por La Pampa votaremos a favor de la despenalización del aborto”, anunció en Twitter el legislador pampeano Sergio Zilotto. Con ese anuncio, el marcador se dio vuelta. El resto es historia –literalmente–.

El debate en torno al aborto no sólo dividió las aguas en la sociedad argentina, como revelaron las decenas de manifestaciones populares y las audiencias públicas que durante dos meses precedieron la sesión en Diputados. El proyecto también generó grietas a la interna de los partidos políticos, particularmente en las bancadas de la alianza gobernante, Cambiemos, y del Frente para la Victoria (FpV), mayoritarias en la cámara baja.

Fueron, en total, 254 los diputados que votaron. Dentro del partido de gobierno, 42 legisladores respaldaron la iniciativa y 65 se manifestaron en contra. En tanto, 54 diputados del FpV votaron a favor del aborto legal, mientras que siete se manifestaron en contra. El tercer partido con más escaños en Diputados, el Partido Justicialista, también mostró fisuras: 14 de sus diputados votaron a favor y 25 lo hicieron en contra.

La otra mitad

Ya obtenida la media sanción de los diputados argentinos, ahora es el turno del Senado. En principio, es difícil prever cómo se dará la votación porque –tal como sucedió en la cámara baja– muchos senadores se mantienen indecisos.

El Senado de Argentina cuenta con 72 integrantes. De ellos, 26 ya se han manifestado en contra de legalizar la interrupción voluntaria del embarazo y 17 expresaron su apoyo, según información del diario La Nación. Así las cosas, la definición está en manos de 29 legisladores que aún no han fijado posición. Al igual que pasó en Diputados, la iniciativa también divide a las distintas bancadas de la cámara alta.

Pero hay cierto optimismo. Inmediatamente después de que los diputados dieron la media sanción al proyecto de aborto legal, los titulares de las dos bancadas mayoritarias en el Senado coincidieron en que la cámara alta aprobará el proyecto.

“Habrá un efecto imparable y la ley va a salir del Senado. Tengo confianza”, dijo al diario Clarín el jefe de la bancada de Argentina Federal (la rama no kirchnerista del Partido Justicialista), Miguel Ángel Pichetto. Su par de Cambiemos, Luis Naidenoff, exhortó al Senado a “hacerse cargo de la demanda ciudadana y legislar realidades”, porque “el aborto no es una cuestión de fe sino de salud pública”. Los dos senadores estimaron que la votación podría tener lugar en julio.

Además de los indecisos, hay varios senadores que todavía no manifestaron públicamente qué votarán. Entre ellos se destacaba hasta ayer de tarde la ex presidenta argentina Cristina Fernández, quien siempre estuvo en contra de la legalización del aborto. La duda sobre cómo votaría se despejó horas después de que terminó la discusión en Diputados, cuando el bloque del FpV que integra Fernández anunció en Twitter que votará “en su totalidad” a favor de la norma. Enseguida, la ex presidenta retuiteó el mensaje.