El Volcán de Fuego entró en erupción en Guatemala y causó una gran destrucción, cuyo alcance no se había terminado de evaluar ayer. La actividad del volcán comenzó el domingo de tarde y las previsiones indicaban que sería leve, pero con el pasar de las horas se intensificó, lo que encendió los sistemas de emergencia y obligó a empezar las evacuaciones. En total fueron 3.100 personas las evacuadas, pero no todos los habitantes de los poblados que están alrededor del volcán pudieron salir a tiempo.
La erupción fue la peor de este volcán en 44 años y la segunda más violenta de la historia, dijo a la agencia de noticias Efe el director del Instituto de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología, Eddy Sánchez. Un río de lava de unos ocho kilómetros descendió del volcán por un recorrido que no es el habitual, lo que agravó la situación, porque afectó a zonas que no se veían amenazadas por el volcán desde hace décadas. Casi dos millones de personas fueron afectadas de una u otra manera por la erupción, informó la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres de Guatemala.
La lava arrastró barro y piedras en su descenso por la ladera del volcán, y esa mezcla, a alta temperatura, llegó a los poblados asentados en sus faldas. Además, una densísima nube de cenizas se generó sobre el volcán y llegó a afectar a la capital de Guatemala, que está a 50 kilómetros del lugar, y a suspender la operativa del principal aeropuerto del país.
Ayer la cifra de personas que murieron a causa de la erupción ascendía a 62, según las autoridades, pero la labor de los equipos de rescate avanzaba de forma desordenada y no había llegado a todas las zonas afectadas. Según algunos sobrevivientes, en los poblados y los cursos de agua todavía se podía ver cuerpos que no habían sido recuperados y que se desconoce si fueron contabilizados.
Las dificultades en las tareas de rescate fueron criticadas por el titular de la Fiscalía de Derechos Humanos, Jordán Rodas, quien advirtió que le preocupa “la precariedad técnica, material e institucional del sistema nacional de atención de emergencias, cuyo equipamiento, autonomía y profesionalización deben ser prioridad urgente del Estado”. En la noche del domingo y la mañana de ayer las autoridades fueron muy criticadas por su supuesta falta de previsión, porque no se activó el protocolo de emergencia ante los primeros movimientos del volcán, de tarde. Distintas instituciones del Estado manifestaron ayer que no era posible prever que su actividad se intensificara tan rápidamente.