La coalición de derecha que integran los partidos italianos Liga Norte, Forza Italia y Hermanos de Italia triunfó en la segunda vuelta de las elecciones municipales que se celebraron el domingo. Los resultados oficiales, que se dieron a conocer ayer, muestran que los partidos derechistas se quedaron con el liderazgo de 28 de los 75 municipios en los que se divide el país. En tanto, el Partido Democrático se impuso en 20 municipios y perdió el poder en ciudades que tradicionalmente votaban a la formación de centroizquierda. Así, los candidatos de la alianza derechista arrasaron y le arrebataron al Partido Democrático ciudades como Siena, Massa, Pisa, Imola y Terni.
Por otro lado, el Movimiento 5 Estrellas –que gobierna Italia en alianza con la ultraderechista Liga Norte– consiguió imponerse en cinco municipios, aunque perdió en Ragusa, una ciudad que había administrado en los últimos cinco años.
Los resultados de estas elecciones ponen en evidencia dos fenómenos diferentes. En primer lugar, confirman la crisis que atraviesa la izquierda italiana desde hace tiempo, y en particular su principal organización política, el Partido Democrático. Además, la victoria de la Liga Norte muestra que la retórica xenófoba del líder de este partido y actual ministro del Interior, Matteo Salvini, seduce. La votación muestra el apoyo mayoritario a la política para combatir la inmigración irregular en Italia que Salvini impulsó desde que asumió el actual gobierno, el 1º de junio, y que es muy cuestionada por países de la Unión Europea y organizaciones civiles.
Salvini, que también ocupa el cargo de vice primer ministro, celebró los resultados de las municipales en un tuit que publicó ayer. “Históricas victorias de la Liga Norte en municipios administrados por la izquierda desde hace decenios. ¡Gracias! Cuanto más nos insulta la izquierda, más nos premian los ciudadanos. Los italianos primero, yo no me detengo”, escribió.
En la misma red social, el ministro de Desarrollo Económico, Trabajo y Políticas Sociales y líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, manifestó: “Nuestros candidatos, con una sola lista, han batido a los que suman decenas de listas compuestas por personas que siempre han jugado al bueno y el malo en estas ciudades. David ha vencido de nuevo a Goliat”. Di Maio se ha mantenido en un segundo plano y a la sombra de Salvini, quien según algunos analistas políticos es el auténtico líder del nuevo gobierno, que tiene apenas 26 días de vida.
Por su parte, el Partido Democrático asumió la derrota –que empezó en marzo, con el fracaso histórico de la formación en las elecciones generales– e insistió en la necesidad de un cambio de rumbo. En ese sentido, el secretario general del partido, Maurizio Martina, manifestó que “hay mucho que cambiar, comenzando por el lenguaje”. El ex ministro Carlo Calenda fue más duro y advirtió que se está llevando a la izquierda a “la irrelevancia”. En su opinión, es necesario cambiar todo, “desde las ideas hasta las personas y la organización”.
En la primera vuelta de las municipales, que tuvo lugar el domingo 10, ningún partido había logrado obtener más de 50% de los votos y la participación había alcanzado el 67%, un porcentaje bastante bajo en comparación con elecciones anteriores. Pero en el segundo round votaron incluso menos personas, y la participación descendió bruscamente hasta llegar a un magro 47,5%.