“Somos mujeres pariendo una ley, vamos a hacer que nazca”, se leía en la tarde de ayer en una cartulina verde que colgaba a pocos metros de la puerta del Congreso de Argentina. Este fue el punto de encuentro de miles de personas que se reunieron para manifestar su apoyo a la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo.
El reclamo a favor del aborto legal, seguro y gratuito acaparó una convocatoria enmarcada en el tercer aniversario de la primera marcha de Ni Una Menos, que tiene como objetivo, desde sus orígenes, denunciar la violencia de género. Para las organizadoras, las dos consignas van de la mano. De hecho, una de las frases más leída ayer en pancartas y redes sociales las conjugaba: “Sin aborto legal ya, no hay ni una menos”.
La movilización de ayer –que tuvo su eco en otras ciudades argentinas– se desarrolló a diez días de que el proyecto de ley para legalizar el aborto en Argentina sea votado en la Cámara de Diputados. Si la iniciativa es aprobada, el texto pasaría al Senado, que podría rechazarlo, modificarlo y devolverlo a Diputados, o directamente aprobarlo.
Varios proyectos están en debate. Sin embargo, la propuesta que tiene más respaldo es la que presentó la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que establece que toda mujer tiene derecho a pedir la interrupción de su embarazo dentro de las primeras 14 semanas de gestación o, más allá de ese plazo, si corre riesgo la vida o la salud de la mujer, o si el embarazo es producto de una violación.