Ayer de noche, en La Huella de Seregni, tuvo lugar la primera charla de un ciclo organizado por el Movimiento de Participación Popular (MPP), llamado “Diálogos entre lo nacional y lo global para un futuro común”. En esta ocasión el tema fue “El desafío de la política exterior e inserción internacional”, y la primera intervención estuvo a cargo del ex intendente y ex ministro Ricardo Ehrlich, presidente de la Comisión de Programa del Frente Amplio (FA). Ehrlich destacó que en ese organismo hay más de 1.000 personas trabajando en la elaboración de propuestas, y que la pregunta central que se dibujó en las primeras discusiones fue cómo navega en el siglo XXI un país con tres millones de habitantes. “Se habla de que Uruguay parece cada vez más la aldeíta gala de Asterix; sin embargo, esa aldeíta tenía una poción mágica, y la nuestra para seguir adelante se llama soberanía y dignidad; es la imagen del país a nivel internacional”, afirmó.

A su vez, Belela Herrera, ex subsecretaria de Relaciones Exteriores, dijo que le preocupa la “indiferencia de la sociedad” respecto de los migrantes, y que incluso hay gente que pregunta “por qué tenemos que seguir recibiéndolos” y “por qué no se van para otro lado”. Herrera sostuvo que percibe la misma indiferencia ante la cuestión del voto en el exterior, cuando algunos opinan que quienes se fueron y están lejos “no tienen derecho a opinar”. Comentó que cuando se expresan esas opiniones ella cita a Luis Pérez Aguirre, “que decía que trabajar con pasión es tener compasión por la gente, ese sentimiento solidario que nos distingue como sociedad y que estamos perdiendo, porque no alcanzamos a sentir cómo se sentían anteriormente muchos de ustedes cuando tuvieron que emprender viaje”. Herrera también subrayó que se deben cumplir las leyes vigentes relacionadas con la inmigración, y por último comentó que si bien el Senado se dispone a darle aprobación definitiva al proyecto de ley que crea una comisión sobre el voto en el exterior para que proponga una solución, esta “recién se implementaría en 2024”. “A mí me parece tanto tiempo, después de tanta lucha, que me da vergüenza, porque es indiferencia de parte de la sociedad”, sentenció.

En la mesa también estaba el vicecanciller actual, Ariel Bergamino, quien antes de la charla, en una rueda de prensa, indicó que Uruguay ratificó en la asamblea anual de la Organización de Estados Americanos que la situación en Venezuela “no hace otra cosa que confirmar que la única salida a esta grave situación es un diálogo inclusivo entre todas las partes”. Ya en el panel, y entrando en tema, Bergamino dijo que “el futuro será común o no será lo que puede y debe ser”, y subrayó que el FA necesita “más ideas”, “más reflexión”, “más debate” y “menos contaminación mediática”, ya que “ser de izquierda” es “pensar sin pedir permiso”.

Como no podía ser de otra manera, para el final quedó el líder del MPP, José Mujica. Opinó que uno de los errores de su generación fue haber pensado que transformando la forma de producir en una sociedad “se iba a construir una cosa distinta y mucho mejor”, ya que un sistema “de propiedad y de distribución” genera una cultura “que es parte del propio modelo”. Sostuvo que incluso las clases sociales tienen edades y pasan por etapas, ya que los señores feudales del siglo VIII, “caballeros de la guerra, hombres duros, con un sentido de responsabilidad hacia sus vasallos”, no eran iguales a los señores feudales del siglo XVI, “con bucles y alcahuetes de los reyes”, así como tampoco es igual la “burguesía fundadora” a la “explosión financiera de nuestra época”. Agregó que el egoísmo es parte de nuestra cultura, en la que “el triunfo es enriquecerse”.

“Podemos reprochar la falta de solidaridad. Si los empleados públicos de este país estuviéramos dispuestos a poner cinco dólares por mes cada uno, un par de años, liquidamos todos los ranchos pobres que hay. Pero no lo vamos a hacer”, dijo Mujica, y señaló que, por lo tanto, no hay que endilgarles a otros “las enfermedades que nosotros tenemos”.