“Ha llegado el momento de poner punto y final”, afirmó ayer el ex presidente del gobierno español y todavía líder del Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, ante los rostros largos de sus compañeros de formación. Rajoy anunció el final de sus 37 años en la política y dijo que permanecerá al frente del partido que hasta hace cinco días gobernaba España sólo hasta que se designe a su sucesor.

El nuevo líder del PP surgirá de un congreso extraordinario de esa organización política, cuya fecha será definida el lunes. Lo que establecen los estatutos del PP es que debe haber un plazo mínimo de un mes y medio entre la convocatoria del congreso y su celebración, por lo que se prevé que el relevo tenga lugar en julio. Hasta ese entonces, Rajoy seguirá siendo de manera interina el presidente del PP. “Cumpliré mi mandato hasta el día en el que elijáis a la persona que me vaya a suceder”, dijo.

Ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP, el ex mandatario aseguró que el partido “debe seguir avanzando y construyendo bajo el liderazgo de otra persona”. Y, visiblemente emocionado, agregó: “Es lo mejor para el PP, para mí, y también para España”. Sus palabras fueron seguidas de una larga ronda de aplausos.

Rajoy también adelantó que, en estas semanas, no hará cambios en el partido ni en las bancadas parlamentarias porque “eso corresponde” a la persona que lo va a reemplazar. Lo que todavía no reveló es qué ocurrirá con su propio escaño en la Cámara de Diputados.

Los nombres que se barajan como posibles candidatos a ocupar la vacante de titular del PP son los del presidente del gobierno de Galicia, Alberto Núñez-Feijóo, la ex vicepresidenta de España, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ex ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal.

Después de aclarar las cuestiones internas del partido, y sin hacer en ningún momento nada parecido a una autocrítica, Rajoy reconoció haberse “escandalizado” por “algunos casos de corrupción” y dijo que si bien el PP “ha actuado”, no se ha puesto “a la orden de los inquisidores”. A la vez, aseguró que durante su gobierno se aprobó “el paquete más exigente de leyes contra la corrupción”. Sobre el caso Gürtel, la red de corrupción que involucra al PP y que lo llevó a ser destituido, no dijo nada.

En su discurso hubo también críticas al promotor de la moción de censura que lo llevó a abandonar La Moncloa: el actual presidente del gobierno y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez. Para el ex gobernante, es “un precedente grave” que Sánchez tenga la posibilidad de ser presidente de gobierno, cuando fue derrotado en las dos elecciones generales a las que se presentó. “Ha sido rechazado sistemáticamente por los españoles”, criticó. El nuevo gobierno, dijo Rajoy, nace “con una debilidad extrema” y “pésimos compañeros de viaje” que, a su entender, son “los grupos más extremistas de la izquierda populista” y del “independentismo sectario”. Con esto, se refería a las organizaciones políticas que apoyaron la moción de censura.

Va quedando

Mientras el PP se adapta al nuevo escenario, Sánchez se dedica al diseño de lo que será su gobierno. Si bien el presidente no ha confirmado aún los nombres de sus ministros, varios dirigentes confirmaron a la prensa española que habían aceptado ofertas para encabezar carteras. Se espera que la toma de posesión del gabinete ocurra mañana.

La información que se conocía hasta ayer apuntaba a que será un equipo de gobierno paritario entre mujeres y hombres e integrado por varias de las personas que se han mantenido cercanas a Sánchez, incluso en sus momentos más complicados. Un ejemplo es el nombramiento del secretario de organización del PSOE y uno de los hombres de confianza de Sánchez, José Luis Ábalos, que se convertirá en el nuevo ministro de Fomento. Ábalos aseguró que mantendrá a la vez el cargo partidario.

El primer dirigente en aceptar uno de los ministerios en el gobierno de Sánchez fue Josep Borrell, quien encabezará la cartera de Relaciones Exteriores. Aunque todavía no fue designado, la sola idea de que dirija la cancillería española ya ha causado malestar, debido a declaraciones que hizo el dirigente durante la campaña para las elecciones autonómicas catalanas de diciembre. Una de las más repudiadas, como recordaron distintos líderes independentistas catalanes ayer, fue la de un acto de campaña en el que dijo que era necesario “desinfectar” Cataluña antes de proceder a “cerrar las heridas”.

Después de conocer el nombramiento de Borrell, el ex presidente catalán Carles Puigdemont reaccionó en Twitter: “¿Este es el gesto que tenían pensado para enviarnos un mensaje de fraternal desescalada?”. Es que una de las promesas que hizo Sánchez al asumir el cargo presidencial fue iniciar un diálogo con el independentismo catalán.

Este será uno de los principales desafíos que deberá enfrentar la catalana Meritxell Batet, cuando asuma como ministra de Administraciones Territoriales y principal interlocutora con la Generalitat. Esta designación también podría ser cuestionada por el independentismo, ya que Batet hizo público su perfil federalista en varias ocasiones y se mostró a favor de esa España plurinacional que tanto defendió Sánchez.

El segundo puesto más importante del gobierno, la vicepresidencia, lo ocupará Carmen Calvo, quien también asumirá el liderazgo del Ministerio de Igualdad. Esta cartera será recuperada por el PSOE, que separará Igualdad de las carteras de Sanidad y Servicios Sociales. Calvo fue ministra de Cultura durante el primer mandato del ex presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero y dirigía hasta ahora la secretaría de Igualdad del PSOE.

Otro ministerio nuevo será el de Transición Ecológica, que surgirá de la fusión de las carteras de Energía, Cambio Climático y Medioambiente. La idea de Sánchez, según fuentes consultadas por eldiario.es, consiste en que ese ministerio esté en manos de la que fue secretaria de Estado de Cambio Climático durante el segundo mandato de Zapatero, Teresa Ribera, otra de las dirigentes socialistas que se han mantenido cercanas a Sánchez. Actualmente, Ribera es la directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales de España.

También están confirmados los nombres de María Jesús Montero para encabezar el Ministerio de Hacienda y Administración Pública y el de Carmen Montón como futura ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. Montón es la actual ministra de Sanidad de Valencia y fue durante su gestión que se revirtió el conocido como “modelo Alzira” de gestión privada de los hospitales públicos, que afectó a cerca de 250.000 personas.

La sorpresa de la lista conocida hasta ayer fue el nombre de la directora de Presupuestos de la Unión Europea, Nadia Calviño, quien asumirá al frente de la cartera de Economía. Es la segunda mujer en la historia de España en dirigir este ministerio. El nombramiento de una dirigente afín al bloque comunitario da la pauta de la marca europeísta que Sánchez prometió darle a su mandato.

Finalmente, se confirmó que la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, se convertirá en la portavoz de la bancada socialista en el Congreso.