En las semanas que lleva como ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini ha logrado reflejar en varias medidas del gobierno las posiciones de su partido ultraderechista, la Liga Norte. Los reclamos de que Italia deje de aceptar a los migrantes que llegan desde el norte de África a sus costas, o de que se destruyan los campamentos de gitanos, se contemplan ahora en el programa de gobierno acordado entre este partido y el Movimiento 5 Estrellas, e influyen en medidas políticas específicas del Ejecutivo que asumió el 1º de junio. Es el caso de la decisión del gobierno de rechazar a 629 migrantes que llegaron hacinados después de ser rescatados en el mar por organizaciones sociales, la semana pasada. También la última iniciativa de Salvini, la de hacer un censo de gitanos, se enmarca en las posturas de su xenófoba Liga Norte.

“Es necesario hacer un reconocimiento para ver quién, cómo, cuántos son”, y expulsar a aquellos que se encuentren en Italia como inmigrantes irregulares, dijo. “Los gitanos italianos, desafortunadamente, habrá que quedárselos”, lamentó en una entrevista con el canal Telelombardia.

Salvini insistió con su propuesta en sus cuentas de Twitter y Facebook y se preguntó por qué lo criticaban. “Yo pienso, además de en los robos, también en los pobres niños, educados [...] en la ilegalidad”, dijo. “Queremos proteger sobre todo a los miles de niños a los que no se les permite asistir a la escuela con regularidad porque se prefiere introducirlos en la delincuencia. Queremos también controlar cómo se gastan los millones de euros que vienen de fondos europeos”, agregó el ministro.

La iniciativa fue criticada por la oposición y también por los aliados de Salvini. “Hablar de censos raciales trae a la mente recuerdos atroces”, dijo el senador del opositor Partido Democrático Franco Mirabelli, y agregó que sugerir “una especie de limpieza étnica es inaceptable”. Una senadora del mismo partido, Teresa Bellanova, advirtió: “Pronto llegaremos a la defensa de la raza italiana”.

Tanto el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, como el líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi di Maio, señalaron que un censo como el que propone Salvini sería contrario a la Constitución, que prohíbe la distinción de ciudadanos por motivos de “sexo, raza, lengua, credo, opiniones políticas o condiciones personales y sociales”. Conte dijo públicamente que “aquí nadie tiene en mente hacer registros o censos en base a etnias”, algo que calificó de “totalmente discriminatorio”.

Agregó que sí se intentará “contrastar todas las situaciones de ilegalidad” que existan para proteger “la seguridad de todos los ciudadanos”, y que “serán bienvenidas las iniciativas, ya experimentadas en varias ciudades italianas, que estén destinadas a comprobar el acceso de los niños a los servicios escolares, ya que no pocas veces los dejan alejados de la educación obligatoria a la que un menor tiene derecho”. Otro ministro del Interior de la Liga Norte, Roberto Maroni, había propuesto, durante uno de los gobiernos de Silvio Berlusconi (2008-2011), hacer un registro de huellas dactilares de niños gitanos, pero la Justicia lo impidió.

Ayer la fundación Secretariado Gitano denunció el “discurso de odio antigitano de Salvini”, pidió a las instituciones europeas una “rápida respuesta legal y política” ante la iniciativa del ministro italiano, y llamó a defender la “legalidad”, los “derechos humanos” y la “decencia”. Además, esta organización, que trabaja con la población gitana, destacó la “lección de dignidad” que dio Europa en el caso del Aquarius, el barco con inmigrantes africanos rechazados por Italia y a los que España recibió el fin de semana.