Terminó ayer el plazo de presentación de las candidaturas de aspirantes a presidir el Partido Popular (PP), que quedó acéfalo luego de la renuncia de Mariano Rajoy a principios de mes. En total, son siete los candidatos que se inscribieron, aunque sólo tres tienen posibilidades de ganar. Se trata de la ex vicepresidenta del gobierno español Soraya Sáenz de Santamaría, la ex ministra de Defensa María Dolores de Cospedal y el actual vicesecretario general de Comunicación del PP, Pablo Casado. Los tres fueron los que lograron más apoyos para presentar una candidatura que, para ser aceptada, debe contar con un mínimo de 100 avales (firmas), según establece el estatuto del partido.

Por las declaraciones que brindaron ayer los dirigentes, la ventaja parece tenerla Casado. Después de formalizar su candidatura, el vicesecretario dijo a los medios españoles que reunió más de 5.000 avales. Por su parte, De Cospedal aseguró haber presentado 3.336, y Sáenz de Santamaría no quiso especificar el número de apoyos que aglutinó, aunque afirmó que cuenta “con muchos” y que, por eso, está “tranquila”.

La situación cambia si se tiene en cuenta el respaldo de figuras destacadas del PP y antiguos miembros del gobierno de Rajoy que pueden influir en el voto de los militantes. En este punto, la candidatura más respaldada es la de la ex vicepresidenta, quien poco a poco está reuniendo apoyos de figuras importantes del último gobierno. Hasta ayer, se habían pronunciado públicamente a favor de Sáenz de Santamaría los ex ministros Íñigo Méndez de Vigo, Fátima Báñez, Alfonso Alonso, Álvaro Nadal e Íñigo de la Serna. La dirigente aseguró que está “preparada” no sólo para liderar el partido, sino para ser la candidata para las próximas elecciones, con el objetivo de “recuperar el gobierno cuanto antes”.

Segunda en cuanto a respaldo de la dirigencia aparece la ex ministra de Defensa, que tiene el apoyo de Dolors Montserrat, ex titular de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, y del presidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido. El de este último es fundamental, dado el peso que tiene su figura en la tercera comunidad autónoma más poblada de España. Cospedal aseguró ayer que tiene el apoyo de “muchísimos compañeros del partido” y, en la misma línea que Sáenz de Santamaría, adelantó que quiere sumar respaldo para ganar las elecciones y lograr que “los españoles tengan el gobierno que se merecen”.

Por su parte, Casado no tiene el apoyo de ningún ex ministro, si bien cuenta con el aval del vicesecretario sectorial del PP, Javier Maroto, y de un grupo grande de diputados en el Congreso.

El favorito para reemplazar a Rajoy era el presidente de la Junta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Sin embargo, el lunes sorprendió a sus compañeros cuando anunció que no se postularía porque había asumido el compromiso de terminar su tercer mandato como gobernante gallego.

El Comité Organizador del Congreso del PP anunciará mañana quiénes cumplieron con todos los requisitos requeridos y los confirmará como precandidatos. A partir de entonces comienza una campaña electoral que finalizará el 5 de julio, cuando tenga lugar la votación de los militantes que reducirá a dos el total de candidaturas.