La Fiscalía de San Pablo decidió reabrir la investigación sobre el asesinato del periodista Vladimir Herzog y las torturas que sufrió a manos de agentes estatales durante la dictadura, en 1975. La decisión se debió a que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado brasileño por no castigar a los responsables de este crimen, que calificó de un delito contra la humanidad.

El fiscal Sergio Suiama dijo que “este caso es atípico con relación a otros que involucran a muertos y desaparecidos porque hubo una investigación militar [durante la dictadura] para justificar lo que pasó”, y esto dejó indicios que “facilitan el trabajo de la Fiscalía”. En su momento, la dictadura presentó la muerte de Herzog como un suicidio, pero más tarde el Estado reconoció que esto era falso.