“No se sospechó que fuera un abusador de jovencitas, como en efecto lo es, aprovechándose del cargo”, escribió el ex ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, Edgar Gutiérrez, en una columna de opinión que el diario guatemalteco El Periódico publicó el 18 de junio. Estaba enumerando algunas razones por las cuales el actual presidente guatemalteco, Jimmy Morales, podría “no pasar a la historia”.

Ese comentario, al pasar, se transformó el lunes en una denuncia contra el mandatario presentada ante la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras. El ex canciller, como “testigo referencial”, lo acusa de haber abusado sexualmente de 12 mujeres que trabajan en el gobierno. En la base de su denuncia está el testimonio de dos de ellas, quienes le manifestaron que hay otras diez mujeres –o más– que fueron víctimas de Morales.

El ex diplomático y analista político aclaró que no presentó pruebas ni identificó a las mujeres ya que ellas, por el momento, no se atreven a denunciar por las consecuencias personales y familiares que podría implicar la denuncia contra un presidente. Temen “que sus vidas corran peligro”, explicó.

Según relató Gutiérrez ante la Fiscalía, las jóvenes eran trasladadas a la sede presidencial para ser sometidas a abusos tanto por Morales como por otros funcionarios del Estado. “En algunos casos, eran los jefes quienes las llevaban”, precisó el ex diplomático, quien dijo que también hubo episodios de agresiones en otros edificios públicos y particulares.

El domingo, en una entrevista con el canal Guatevisión, Gutiérrez contó que, una vez que las mujeres llegaban al lugar, se les quitaban los celulares y eran llevadas a una parte privada que tuviera el recinto. Una de ellas logró pasar su teléfono y pudo grabar un video. Estas imágenes servirían como pruebas si la Fiscalía iniciara una investigación.

Sin embargo, Porras aseguró que no se puede tomar “ninguna medida” hasta que las mujeres presten su testimonio ante los fiscales del área de Delitos Contra la Mujer. La fiscal general dijo que entendía los temores que podían tener las involucradas al enfrentarse a una persona con tanto poder, pero aseguró que, de animarse a denunciar, activaría todas las medidas de protección para las víctimas, de forma que no se dará a conocer su identidad y se preservará su integridad y la de sus familias.

Gutiérrez se comprometió ante Porras a oficiar como mediador entre la Fiscalía y las víctimas. También afirmó que ya mantuvo contacto con organizaciones civiles nacionales e internacionales para darles protección a las mujeres que sufrieron los abusos y que, de acuerdo con Gutiérrez, necesitan medidas de contención “porque hay daños psicológicos cuya extensión y profundidad se desconocen”.

Muchos medios le preguntaron al ex canciller por qué había hecho suya la bandera de las 12 mujeres. Él argumentó que le parece “francamente obsceno que en el siglo XXI todavía haya funcionarios con mentalidad de derecho de pernada”. Defendió que la denuncia “es una manera de que los funcionarios sepan que no son impunes”.

En paralelo a estos casos, el portal digital Prensa Libre informó el martes que una mujer había denunciado a Morales por supuestos abusos sexuales un mes atrás y que en los próximos días ratificaría la demanda y presentaría pruebas, a pesar de que “teme por su vida”.

El presidente de Guatemala se mantuvo callado hasta el miércoles, cuando en la inauguración de una carretera dijo que es “correcto”, “caballeroso” y “respetuoso con los hombres y las mujeres”, sin mencionar específicamente la denuncia en su contra.

Al mismo tiempo, Morales le pidió a los ciudadanos que no se dejen llevar por “algunas mentiras que se publican”, y volvió a hacer referencia a las fake news que, según él, divulgan los medios en Guatemala sobre su gobierno.

No es la primera vez que el presidente y ex comediante es acusado de abusos sexuales. En 2015, cuando todavía era candidato a la presidencia, una mujer presentó una denuncia contra él pero fue desestimada por la Fiscalía al considerar que no hubo ningún hecho delictivo.

Ahora, si las mujeres testifican y la Fiscalía estima que hay indicios para iniciar una investigación en contra del mandatario, el próximo paso sería pedir la retirada de su inmunidad, algo que sólo puede aprobar el Congreso guatemalteco.

Las posibilidades de que eso ocurra son pocas: los fiscales ya pidieron retirarle inmunidad a Morales para poder investigarlo por sospechas de corrupción en la campaña electoral de 2015, pero fue respaldado en dos votaciones parlamentarias.