A pedido de la Fiscalía, la jueza ecuatoriana Daniella Camacho ordenó la prisión preventiva del ex presidente Rafael Correa y emitió una alerta roja para que la Interpol lo detenga y extradite desde Bélgica. La orden se emitió en el marco de la investigación del secuestro de Fernando Balda, un político opositor ecuatoriano, cometido en Colombia en 2012. Cinco ecuatorianos fueron condenados en Bogotá, tres de ellos policías y los otros dos supuestamente vinculados a servicios de inteligencia. Balda siempre acusó a Correa de estar detrás de su secuestro y eso es lo que ahora busca determinar la Justicia.

Tras anunciar que investigaría a Correa, la jueza estableció varias medidas cautelares. Una establecía que se presentara cada 15 días ante la Justicia, algo prácticamente imposible ya que Correa reside en Bélgica junto con su familia desde que dejó el gobierno, en mayo de 2017.

El lunes era la primera vez que tenía que presentarse y no lo hizo. En su lugar, se presentó en el consulado ecuatoriano en Bélgica. A raíz de esto, la jueza decidió pedir su prisión preventiva. Correa recurrió a Twitter para defender su inocencia y volvió a afirmar que es un perseguido político. Antes de que se pidiera su detención, el ex presidente había asegurado que si la Justicia pretendía encarcelarlo, pediría asilo en Bélgica.