Andrés Manuel López Obrador asumirá la presidencia de México el 1º de diciembre. El escrutinio definitivo no estaba terminado ayer, pero confirmaba la tendencia que dio a conocer el Instituto Nacional Electoral, en la madrugada de ayer, después de hacer el conteo rápido de votos: el líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) ganó las elecciones con entre 53% y 54% de los votos. El segundo candidato, Ricardo Anaya, que se presentó con el respaldo de una coalición entre el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática, obtuvo un respaldo de alrededor de 22%. En tercer lugar, siempre según el conteo rápido, quedó el candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), José Antonio Meade, con 16%, y en cuarto, el independiente Jaime Rodríguez Calderón, conocido como El Bronco, con cerca de 5%.

Después de que sus rivales y el presidente de México, Enrique Peña Nieto, reconocieran su victoria, López Obrador se dirigió a sus seguidores con un discurso en el que repasó algunas de sus propuestas. Al comienzo, el ganador pareció intentar calmar a quienes se inquietaran por su próximo gobierno, y dijo que se respetarán todas las libertades, la Constitución, la disciplina financiera y fiscal y los compromisos asumidos con las empresas.

En la misma línea, el designado ministro de Hacienda, Carlos Urzúa, mantuvo una serie de contactos telefónicos con analistas de bancos y agencias calificadoras internacionales para darles a conocer de primera mano las iniciativas del nuevo gobierno. En esas conversaciones, dijo que “eventualmente” se va a trabajar en una reforma de pensiones para aumentar la edad de jubilación y evitar que siga creciendo el endeudamiento del Estado para financiar el sistema. Además, manifestó que trabajará con el equipo de transición del actual gobierno para revisar la ampliación de la línea de crédito que en noviembre aprobó el Fondo Monetario Internacional y, eventualmente, revocarla, informó el diario mexicano La Jornada.

Pero López Obrador también hizo hincapié en los cambios que implica su llegada a Los Pinos, y afirmó que “el Estado dejará de ser un comité al servicio de una minoría y representará a todos los mexicanos”, y que a partir del 1º de diciembre se dará “preferencia a los más humildes y olvidados”. En cuanto a la violencia que existe en el país, manifestó que se atenderán “las causas que originan la inseguridad” en lugar de recurrir exclusivamente al uso de la fuerza, porque está convencido de que “enfrentar estos males exige, necesariamente, el combate a la desigualdad y a la pobreza”.

Ayer el futuro presidente conformó su equipo de transición, que cuenta con varias figuras que integrarán su gabinete, según había anunciado ya en diciembre. El equipo de gobierno incluirá ocho ministros y ocho ministras, y las carteras que tendrán mujeres como titulares serán, entre otras, las de Interior, Economía y Trabajo.

En todos lados

La victoria de López Obrador fue la de las tres organizaciones políticas que conforman la coalición Juntos Haremos Historia –Morena, el Partido del Trabajo y el Partido Encuentro Social–. Esa coalición, además, tuvo otro motivo de festejo: sus candidatos, todos pertenecientes a Morena pero respaldados por la alianza, ganaron en cuatro de los ocho estados en los que se elegía gobernador. A estas victorias se suma la de Claudia Sheinbaum, una ingeniera que forma parte de Morena desde sus inicios, y que es la primera mujer electa para el cargo de jefa de gobierno de la Ciudad de México.

El PRI, el partido que gobernó México por más tiempo en las últimas décadas, sufrió una fuerte derrota en las elecciones: Meade, el tecnócrata elegido como candidato a presidente, quedó tercero, y el partido perdió en todos los estados de México, no sólo las presidenciales sino también las elecciones regionales allí donde se celebraron.

El tamaño de la derrota del PRI y de la victoria de Juntos Haremos Historia también implica un cambio en el Congreso. Si bien ayer el escrutinio de las elecciones legislativas estaba retrasado, los resultados parciales indicaban que la coalición de López Obrador puede alcanzar la mayoría legislativa simple en las dos cámaras.