En su cuenta de Twitter, la ex presidenta argentina Cristina Fernández confirmó que hoy va a declarar ante la Justicia y les pidió a aquellos militantes que “querían movilizarse” para acompañarla que “por favor” no lo hagan. “Pongamos todo nuestro esfuerzo y energía en acompañar y ayudar” a aquellos “que la están pasando muy, pero muy mal, en esta verdadera catástrofe económica y social que es el gobierno de Mauricio Macri”.

El juez Claudio Bonadio citó a Fernández a las 10.00 para que testifique en el marco de la investigación sobre una supuesta red de sobornos en la que empresarios pagaban a funcionarios durante su gobierno y el de su esposo, Néstor Kirchner, a cambio de acceder a contratos con el Estado. El caso surgió a partir de varios cuadernos de notas de Oscar Centeno, el chofer del ex secretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, en los que se supone que registraba traslados de bolsos cargados de plata.

Por esta investigación fueron detenidas unas 15 personas, ex funcionarios (entre ellos Baratta) y empresarios. Uno de estos es Angelo Calcaterra, primo de Macri, y otro es Carlos Wagner, ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción. Varios de los detenidos quedaron en libertad después de declarar bajo la figura del “imputado colaborador”, por la cual aportan información a la Justicia a cambio de beneficios en su propia situación procesal.

La mayoría de los empresarios “arrepentidos” dijeron que eran presionados para que pagaran aportes a las campañas electorales del oficialismo, aunque los registros de Centeno no se limitan a tiempos de elecciones. En cambio, Wagner dio otra versión. Según informó la prensa argentina, este empresario dijo que representantes de las empresas que recibían contratos con el Estado acordaban hacer pagos a cambio.

Otro empresario, Manuel Uribelarrea, dijo que se sintió “presionado” para hacer aportes porque Baratta le pidió que apoyara la campaña del oficialismo, pero aclaró que no pagó por acceder a obras públicas ni se le adjudicó ninguna. Según informó el diario Tiempo Argentino, Uribelarrea declaró que se sintió presionado porque Baratta era “una persona especial por el carácter, la posición y el poder que tenía dentro del ministerio”.

A su vez, Héctor Zabaleta, de la empresa Techint, acusó al ex presidente: “Néstor Kirchner nos pedía dinero”. Agregó que por eso la empresa se había retirado de una obra. Afirmó también que Baratta le pidió dólares, y que insistió en que los pagos no fueran hechos en pesos. Según su versión, citada por Tiempo Argentino, un director de la empresa, Luis Betnaza, le dijo a Zabaleta “que tenía un compromiso con el gobierno porque si no le iban a cortar la luz y el gas de las plantas de Siderar y Siderca”.

Está previsto que hoy, en el juzgado de Bonadio, la ex presidenta se limite a presentar un escrito y no acepte preguntas del juez, informó Página 12. De acuerdo con este periódico, Fernández argumentará que Bonadio no puede estar a cargo de este caso porque ya fue denunciado por “enemistad manifiesta” hacia ella en otra causa judicial. Por su parte, el juez, además de citar a Fernández a declarar, pidió al Congreso que permita allanar dos domicilios de la ex presidenta que están comprendidos en los fueros que ella tiene actualmente como senadora. El Congreso va a tratar el pedido el miércoles.