Marie Laguerre tiene 22 años, estudia arquitectura y vive en París. El 24 de julio, volvía del trabajo a su casa cuando un hombre se le acercó y le hizo comentarios obscenos, mientras gemía. Ella le contestó “callate la boca”, pensando que él no iba a escuchar, según contó el domingo al diario Le Parisien. El acosador, entonces, agarró un cenicero de la mesa de un bar y se lo tiró a la distancia, sin lograr alcanzarla. Al ver que la joven le respondió de nuevo, se dirigió a ella y le dio una trompada que la lanzó contra la valla de un restaurante, ante la indignación de los clientes. Mientras algunos de ellos increpaban al agresor, la mujer retomó el camino a su casa, pero luego decidió volver al lugar para tomar declaraciones de testigos, pedir las imágenes grabadas por las cámaras del local y denunciar el incidente.

Unas horas después, Laguerre publicó el video en Facebook y escribió: “El acoso es cotidiano. Estos hombres piensan que en la calle está todo permitido, nos humillan y no soportan que nos ofendamos. Es hora de que este tipo de comportamiento se detenga”. El video ya fue visto por más de un millón de personas y generó ecos en las redes sociales, en las que los testimonios de mujeres que fueron víctimas de acoso callejero empezaron a multiplicarse.

El momento para reabrir el debate no podría haber sido mejor: se espera que, esta semana, el Parlamento francés vote la llamada “ley contra las violencias sexuales y sexistas”, que incluye como novedad varias medidas contra el acoso callejero. Entre otras cosas, la nueva norma establece multas de 100 a 870 dólares para quienes persigan a una persona que ha manifestado su rechazo o lancen silbidos, miradas insistentes, comentarios sobre el físico o la vestimenta o preguntas intrusivas indeseadas. En caso de reincidencia, la multa puede llegar a los 3.500 dólares. Además, por primera vez será penada cualquier persona que filme o saque fotos por debajo de una pollera (upskirting), sin el consentimiento de la mujer, con un año de cárcel y 17.500 dólares de multa. La nueva ley –a la que el Estado le dedicará más de cuatro millones de dólares– entrará en vigor en setiembre, acompañada por una campaña masiva de concientización contra el acoso en los espacios públicos.

“La respuesta política debe ser fuerte y lo será”, dijo el lunes la secretaria de Estado de la Igualdad entre Hombres y Mujeres, Marlène Schiappa, en declaraciones al diario Le Parisien. Agregó que está “indignada” por el ataque contra Laguerre e insistió en que las multas que prevé la nueva ley buscan imponer una clara prohibición social sobre el acoso, que debe ir “acompañada de pedagogía”. También enfatizó que para que las situaciones de acoso no queden sin resolverse es crucial que los testigos “se manifiesten” y colaboren.

Por el caso de Laguerre, la Fiscalía de París abrió una investigación por acoso sexual y violencia armada. Hasta ayer, el hombre no había sido identificado.