Mauricio Rojas, el ministro de Cultura de Sebastián Piñera, renunció ayer a su cargo, a menos de una semana de su designación. Partidos políticos opositores y organizaciones sociales reclamaron su dimisión después de que el diario La Tercera recordó, el fin de semana, declaraciones que hizo Rojas en los últimos años. Citó una entrevista con la cadena de noticias CNN, publicada en 2016, en la que el político se refirió al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos que inauguró la ex presidenta Michelle Bachelet y dijo que intenta “contar una versión falsa de la historia de Chile” y que “es algo para que la gente no piense, para atontarte”.

Antes, en un libro publicado en 2015, Rojas había calificado a ese museo, dedicado a recordar el terrorismo de Estado durante la dictadura de Augusto Pinochet, contra la que militó en su juventud, como “un montaje cuyo propósito es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar”.

Piñera, que aceptó la renuncia del ministro, dijo que su gobierno no comparte esas “apreciaciones”, aunque señaló que Rojas aclaró que, en los últimos años, había cambiado de opinión acerca del museo.

Por su parte, el diputado socialista Marcelo Díaz dijo que la renuncia era necesaria porque “el ministro Rojas no tenía ninguna posibilidad de cumplir con el cometido ministerial. Estaba desautorizado”. A su vez, Diego Ibáñez, legislador del Frente Amplio, consideró que “la renuncia de Rojas es una victoria para la memoria y la cultura democrática”.