El líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, dijo que está dispuesto a defender un segundo referéndum sobre el brexit si eso es lo que definen sus bases en el congreso anual de la organización política. Esa instancia comenzó el domingo y se desarrollará hasta el miércoles en Liverpool. Los laboristas acordaron el domingo que convocarán una “votación clara” –que probablemente se celebre hoy– para que los afiliados se pronuncien sobre la postura que debe tomar el partido acerca del curso de las negociaciones sobre la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE). Después de esa reunión, Corbyn dijo que aún no se ha decidido cuál será la pregunta que se formulará a quienes participan en el congreso.

Se trata de la primera vez que el líder opositor considera la opción de celebrar una segunda consulta. Hasta ahora, se inclinaba por la convocatoria a unas elecciones anticipadas que le brinden la posibilidad de tomar las riendas de las negociaciones con Bruselas.

La presión sobre Corbyn aumentó el domingo, después de que una encuesta de YouGov publicada en el diario The Observer reveló que 86% de los miembros del Partido Laborista quiere que se convoque un nuevo referéndum sobre el resultado de la negociación entre Londres y Bruselas. La cadena BBC le preguntó ayer qué votaría en caso de que se celebre un segundo referéndum, pero Corbyn no quiso responder. Según el sondeo de YouGov, 90% de los miembros de su partido votaría por permanecer en la UE.

El líder laborista cree que el escenario de unas elecciones de las que surja un nuevo gobierno en los próximos meses es posible, dada la cantidad de diputados conservadores que no están conformes con la gestión del brexit por parte de la primera ministra británica, Theresa May. “Este gobierno no parece demasiado sólido. Podríamos estar perfectamente encaminándonos hacia unas elecciones. Nosotros estamos preparados”, afirmó Corbyn a la BBC.

La división dentro del gobernante Partido Conservador se profundizó el jueves, después de que las autoridades de la UE expresaron su rechazo al plan de May para el brexit. En respuesta, la primera ministra pidió a Bruselas que ponga nuevas propuestas sobre la mesa y aseguró que prefiere abandonar el bloque de forma no negociada antes que hacerlo con un “mal acuerdo” para Reino Unido. Esta posición fue avalada ayer por los principales miembros de su gabinete, pese a las presiones de otros sectores del partido para que cambie el rumbo de las negociaciones.

El viernes, Corbyn dijo que “salir de la UE sin un acuerdo no es una opción”, y consideró que “desde el primer día, la primera ministra ha parecido incapaz de lograr un buen acuerdo sobre el brexit”.

Además de debatir sobre el divorcio con la UE, el congreso anual de los laboristas abordará varias propuestas económicas. En particular, la formación adelantó que pretende lanzar una “democratización industrial”, un plan que incluye un proyecto de ley que obligue a las empresas a crear un “fondo de propiedad” que dará a los empleados acciones de la compañía, para que puedan tener una mayor participación en sus decisiones. Las ganancias de ese fondo serán repartidas entre los trabajadores y un fondo social destinado a mejorar los servicios públicos, según adelantó McDonnell.

La estrategia laborista también propone volver a nacionalizar algunos servicios como la electricidad, el agua, el servicio postal y los trenes. El control de estas prestaciones no lo tendrían las “elites burocráticas”, sino nuevos órganos de gestión “más democráticos”, compuestos por juntas y consejos locales.