El candidato de ultraderecha a la presidencia de Brasil Jair Bolsonaro fue apuñalado en el abdomen mientras era llevado en andas por sus seguidores al cierre de un acto político, en la localidad de Santa Casa de Juiz de Fora, en Minas Gerais. Enseguida fue trasladado a un hospital, en el que fue sometido a una intervención quirúrgica. Al cierre de esta edición, Bolsonaro permanecía estable en cuidados intensivos.

Después del ataque empezaron a circular declaraciones de políticos sobre lo ocurrido. Si bien todos condenaron la agresión a Bolsonaro, algunos dijeron que él mismo promueve un discurso de odio del cual parece haber sido víctima.

“Que el propio Bolsonaro evalúe su discurso de odio y sea consciente de cuán nocivo es”, pidió el senador del Partido de los Trabajadores Humberto Costa. La semana pasada, en un acto de campaña, Bolsonaro había dicho que los integrantes del PT deberían ser ametrallados. También habló de ametralladoras para decir qué haría con la favela Rocinha si ganara las elecciones.

Por su parte, uno de los principales consejeros de Bolsonaro, el general retirado Augusto Heleno, cuyo nombre sonó para la candidatura a la vicepresidencia, aseguró que la puñalada llegó como consecuencia de “una campaña de odio que se está haciendo” contra el dirigente.

La agresión a Bolsonaro generó llamados públicos a la Policía y la Justicia para que actúen con rapidez para juzgar al responsable. Pocos minutos después del ataque fue detenido Adélio Bispo de Oliveira.

Rápidamente los medios brasileños empezaron a publicar datos acerca del supuesto atacante. Informaron que estuvo afiliado al Partido Socialismo y Libertad por unos años, hasta 2014, cuando participó en algunos actos del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y que creía en teorías conspirativas. También ha hecho publicaciones homofóbicas, es partidario de que una ley transforme a Brasil en un Estado cristiano y asistió a una escuela de tiro frecuentada por los hijos de Bolsonaro. Según informó el diario O Estado de São Paulo, Bispo de Oliveira dijo a la Policía que actuó por “cuestiones personales”.

De acuerdo con distintas encuestas, Bolsonaro ganaría la primera vuelta de las elecciones si no se permite al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva presentar su candidatura. Ayer dos jueces rechazaron dos de los tres recursos que presentaron los abogados de Lula para revertir la decisión de la Justicia electoral de impedir su presencia en las listas.