Suecia celebró ayer sus elecciones y la votación dejó casi un empate entre la coalición de izquierda que gobierna, con 40,6% de los votos, y la alianza de centroderecha que busca llegar al poder, con 40,3%, según los datos oficiales después de que se escrutara el 95% de los circuitos. Los más votados fueron los socialdemócratas (28,6%), seguidos por el conservador Partido Moderado (19,8%), y en tercer lugar, el ultraderechista Demócratas de Suecia (17,6%). Los resultados de los partidos tradicionales fueron peores que los de las elecciones anteriores, las de 2014, mientras que el apoyo a la ultraderecha aumentó 4,6% y creció por quinta elección consecutiva.

Según las proyecciones, el empate entre izquierda y centroderecha se trasladará al nuevo Parlamento, donde tendrá 143 diputados cada uno, 63 de ellos de ultraderecha, informó la agencia de noticias Efe.

Para gobernar Suecia es necesario tener más votos a favor que en contra en el Parlamento, por lo cual una alianza entre las agrupaciones conservadoras podría sacar del poder al primer ministro socialdemócrata, Stefan Löfven.

El titular de Demócratas de Suecia, Jimmie Åkesson, invitó a la centroderecha a iniciar conversaciones para formar un nuevo gobierno. El líder de la coalición opositora, Ulf Kristersson, dijo que conversará con los presidentes de los partidos que integran la coalición para “dar a Suecia una nueva dirección y un nuevo gobierno”.