Cinco países pidieron a Rusia explicaciones por el envenenamiento del ex espía Serguéi Skripal y su hija Yulia, en Reino Unido, y le solicitaron información sobre el neurotóxico utilizado, Novichok. En un comunicado, Alemania, Estados Unidos, Francia y Canadá manifestaron su “plena confianza” en la investigación británica, según la cual los dos sospechosos de envenenar a esas personas se hacen llamar Alexander Petrov y Ruslán Boshírov, son miembros de la inteligencia militar de Rusia y “casi con certeza” fueron enviados por Moscú. El embajador ruso ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, acusó a Londres de “desatar una repugnante histeria antirrusa y arrastrar a otros países a ella”.
Skripal y su hija tomaron contacto con el neurotóxico al tocar el pestillo de la puerta de su casa, en marzo. Dos meses después, un hombre y una mujer británicos encontraron en un contenedor un frasco de perfume que contenía Novichok, sustancia que le causó la muerte a ella, Dawn Sturgess.