Unos 800.000 empleados públicos estadounidenses retornaron ayer a sus puestos de trabajo con la promesa de que cobrarán por los días en los que 25% de la administración estuvo paralizada, aunque sin garantías de que en tres semanas estarán trabajando. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes un acuerdo con los congresistas demócratas que liberó fondos para financiar las agencias estatales de manera temporal y reabrió así el gobierno, después de 35 días de cierre. Fue la parálisis más larga de la historia y le costó a la Casa Blanca una pérdida de 3.000 millones de dólares, según un informe divulgado en estas horas por la Oficina de Presupuestos del Congreso.

Durante las próximas tres semanas, un comité bipartidista de la Cámara de Representantes y del Senado se reunirá para desarrollar una propuesta de fondos para el Departamento de Seguridad Nacional. El viernes, Trump llamó a demócratas y republicanos que estén dispuestos a dejar de lado “el partidismo” y “poner en primer lugar la seguridad del pueblo estadounidense”.

El pacto temporal se alcanzó a pesar de que Trump no consiguió los 5.700 millones de dólares que exige para construir el muro en la frontera con México. Los legisladores demócratas y republicanos tienen ahora hasta el 15 de febrero para llegar a un acuerdo definitivo. Pero las posturas siguen siendo las mismas: el gobernante está firme en su decisión de construir el muro y los demócratas mantienen el rechazo a financiarlo, aunque durante las negociaciones se mostraron dispuestos a destinar fondos al reemplazo de cercas, diques y barreras de apoyo en la zona limítrofe o a contratar a más jueces de inmigración, agentes fronterizos y nueva tecnología.

La postura de Trump sigue siendo inamovible. En una entrevista publicada el domingo por el diario The Wall Street Journal, el presidente se mostró escéptico acerca de que los dos partidos puedan llegar a un acuerdo “justo” antes de que el plazo expire. Consultado sobre cuáles eran las probabilidades de que el Congreso apruebe el presupuesto con los fondos para el muro incluidos, consideró: “Personalmente creo que es menos que 50-50”. Agregó que “dudaría” ante una propuesta que abarque menos plata para el muro porque, si va a hacerlo, tiene que “hacerlo bien”. Tampoco se mostró muy a favor de algún acuerdo que, como contrapartida por los recursos para el muro, reclame una revisión más amplia de las cuestiones vinculadas con la inmigración, como también han propuesto los congresistas demócratas. Una de esas iniciativas buscaba dar una solución a los dreamers –los inmigrantes que entraron ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños– a cambio de los fondos para el muro. “Ese es un tema aparte que debe abordarse en otro momento”, respondió Trump. En este contexto, llegó a admitir en la entrevista que no descarta otro cierre de la administración si los legisladores no llegan a una solución cuando el plazo temporal expire. “Es ciertamente una opción”, reconoció. Si ese fuera el caso, manifestó Trump, no dudará en declarar una “emergencia nacional” para obtener los fondos.

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, celebró el acuerdo alcanzado el viernes pero consideró “triste que se haya tardado tanto en llegar a una conclusión obvia”. La dirigente había asegurado días antes que no continuaría con las negociaciones en torno al presupuesto si no se ponía fin al cierre administrativo.