El presidente chileno, Sebastián Piñera, firmó un proyecto de ley que pretende restaurar la selección de estudiantes en los llamados liceos de excelencia académica, centros educativos públicos de alta exigencia y especializados en áreas como el deporte o el arte. La iniciativa busca reformar la Ley de Inclusión Escolar aprobada por el gobierno de Michelle Bachelet, que eliminaba de forma gradual la selección, el lucro y el aporte económico de las familias en colegios que reciben recursos del Estado.

El proyecto de Piñera, llamado de Admisión Justa, busca elevar de 30% a 100% el margen permitido para seleccionar estudiantes en estos centros de excelencia –que son más de 300 en todo el país– a partir de 7º año de primaria. Abarcaría, entonces, el 8º año de escuela y la educación media.

En una conferencia de prensa que convocó para presentar la iniciativa, el presidente chileno dijo ayer que el objetivo principal es “valorar y reconocer el esfuerzo y el mérito como algo legítimo y que debe ser considerado al momento de decidir la admisión”, sin importar el nivel socioeconómico. Piñera dijo que la ley que está vigente “no es buena” porque restringe la libertad y el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos y a aportar de forma voluntaria a mejorar la calidad.

Por otro lado, el presidente aseguró que su proyecto “da más libertad y flexibilidad para que los que están en la industria de la educación” puedan “desarrollar con mayor libertad y flexibilidad sus proyectos educativos”. Estas palabras despertaron las críticas de la oposición política. El diputado independiente Gabriel Boric escribió en Twitter: “El presidente Piñera acaba de afirmar que su proyecto de contrarreforma para reponer la selección en liceos e incluso el copago es para dar más libertad a los que están en la INDUSTRIA de la educación. No más preguntas su señoría”.

No es la primera vez que Piñera enfrenta críticas por declaraciones vinculadas con la educación. Durante su anterior gobierno, en julio de 2011, en medio de las intensas protestas estudiantiles, el derechista afirmó que la educación era “un bien de consumo”, una expresión que volvió a ser cuestionada ayer en las redes sociales después de la conferencia de prensa.

Unas horas antes de que hablara Piñera, la ministra de Educación de Chile, Marcela Cubillos, defendió la iniciativa y, en la misma línea que el gobernante, dijo que pretende “reconocer el mérito en estudiantes vulnerables y de clase media”. La titular de Educación aprovechó para reprocharle al gobierno anterior, de centroizquierda, que “le quedó pendiente” reconocer que “el mérito va a la par con mejorar la calidad” de la educación, porque “el eje fue quitarles los patines a los niños a los que les estaba yendo bien en la educación pública”.

Está previsto que el proyecto de Admisión Justa ingrese en estas horas al Congreso chileno, con “suma urgencia”, sin bien la discusión parlamentaria comenzaría recién en marzo.