El lunes de noche, el ex presidente José Mujica hizo algunas aseveraciones sobre la realidad de los jóvenes privados de libertad, dejando claro que a su entender no tienen el contacto adecuado con los adultos que deberían educarlos. “Hay cosas que son inexplicables... Giles de mierda, van a heder por una pavada, después, adentro de una cárcel. Y en la edad del amor, donde el amor está acampado en cualquier esquina, están ahí como bueyes abichados, tirados”, dijo el ex mandatario. Luego Mujica se preguntó “qué precisan” estos jóvenes: “Piñazos ideológicos, que los viejos los golpeen para avivarlos, pero no hay tiempo para boliche, no hay intimidad. Faltan consejos y los abuelos no existimos más, entonces los gurises se crían ahí, al bardo. Es un problema social que tenemos”.

Según Mujica, la crisis de 2002 “fue una tragedia, una destrucción masiva, y parte de esa destrucción camina hoy por el Comcar”. “No atribuyo a eso la totalidad del problema delictivo que tenemos, pero hay que entender la historia, y además apareció la droga, el gran personaje de estos tiempos, que está destruyendo sociedades”, explicó. Luego sostuvo que es necesario “multiplicar la inteligencia del trabajo policial y discutir como sociedad qué hacer con la gurisada que agarra para la falopa, si cabe o no cabe la internación compulsiva, si el Estado tiene que crear institutos en el interior, lugares donde vas o vas”.

Ayer de mañana, la candidata a la vicepresidencia por el Partido Nacional (PN), Beatriz Argimón, respondió en Twitter a los dichos del ex presidente: “En el abordaje a las adicciones, la voluntad del adicto y el respaldo profesional respecto a la internación es fundamental. El Estado está aún muy ausente”. Además, escribió que “los niños, niñas y adolescentes precisan una buena educación en valores y que les brinden herramientas para enfrentar el siglo XXI. Los ‘piñazos’ son las prácticas violentas que hace tiempo se desterraron, los boliches no educan”.