La Policía Civil y el Ministerio Público de Río de Janeiro, en el marco de la causa que investiga el asesinato de la activista y edila Marielle Franco y de su chofer, Anderson Gomes, detuvo ayer a cuatro personas, acusadas de ser cómplices del ex policía Ronnie Lessa, quien está preso por haber sido imputado como autor de los asesinatos.

Según informó Agência Brasil, los detenidos fueron la esposa de Lessa, Elaine Lessa; el cuñado de Lessa, Bruno Figueiredo; Márcio Montavano, conocido como Márcio Gordo; y también Josinaldo Lucas Freitas, apodado Djaca. Todos ellos son acusados de obstrucción de la Justicia, porte de armas y asociación para delinquir.

Tal como consignó Folha de São Paulo en base a fuentes policiales, el grupo de detenidos habría ocultado las armas utilizadas por Lessa y sus colaboradores al momento de los homicidios. Según las investigaciones policiales, en marzo de este año, dos días después de que se encarcelara a Lessa y al otro acusado de perpetrar la acción criminal, las personas que fueron detenidas ayer habrían lanzado al mar las armas empleadas en el atentado.

De acuerdo a la versión de la Policía, bajo el comando de Elaine Lessa el armamento habría sido descartado cerca de las Islas Tijucas, en la zona oeste de Río de Janeiro. Montavano habría retirado una caja con armas de un apartamento ubicado en el barrio de Pechincha y luego se encontró con Djaca, quien había contratado un taxi para llevar las armas hasta un muelle, desde donde salió un barco que llevó el armamento hasta el océano.

Por otra parte, la revista Veja reveló que Djaca, quien trabaja como instructor de artes marciales, aparece en sus redes sociales en varias fotos junto al actual presidente, Jair Bolsonaro, y también con uno de los hijos del mandatario, el edil Carlos Bolsonaro. La situación no es nueva para el presidente, quien en marzo tuvo que explicar por qué aparecía en una foto junto a Élcio de Queiroz, otro de los detenidos por el asesinato de Franco. En aquel momento Bolsonaro se defendió diciendo que “se sacó miles de fotos con policías de todo Brasil”.

A pesar de estos registros fotográficos, la unidad que investiga el caso no sospecha una eventual cercanía del mandatario con los asesinatos.