El presidente estadounidense, Donald Trump, arremetió este lunes contra el legislador demócrata Adam Schiff, quien lidera la investigación del proceso de juicio político en contra del mandatario, sugiriendo que sea arrestado bajo el cargo de traición por sugerir que el líder republicano utilizó tácticas mafiosas para presionar al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Adam Schiff, jefe del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, abrió la semana pasada una sesión legislativa imitando a Trump hablando como un jefe mafioso que presionaba al mandatario ucraniano para que investigara a Joe Biden, aspirante demócrata a la presidencia para las elecciones del año que viene y también a su hijo, Hunter Biden, quien ejerció cargos gerenciales en empresas ucranianas.

La imitación, según informó la agencia AFP, buscaba dramatizar la afirmación hecha por Schiff sobre la llamada del 25 de julio entre Trump y Zelenski, que según el legislador demócrata constituyó un acto de estilo mafioso por parte del presidente estadounidense.

Este lunes Trump denunció lo dicho por Schiff como una “afirmación falsa y terrible”. “Pretendió que era algo mío, que era [el punto] más importante de mi llamada al presidente ucraniano, y lo leyó en voz alta al Congreso y al pueblo estadounidense”, se quejó el mandatario en Twitter. A continuación Trump sugirió: “No guarda ninguna relación con lo que yo dije en la llamada. ¿Arresto por traición?”.

Pese a las amenazas del presidente, Schiff continúa adelante con su tarea y afirmó tener interés en conocer los contenidos de las conversaciones telefónicas entre Trump y su par ruso, Vladimir Putin.

“Creo que la necesidad primordial en este caso es proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y ver si en esas conversaciones con otros líderes –en particular con Putin– el presidente estaba socavando nuestra seguridad con el objetivo de beneficiarse electoralmente”, afirmó el demócrata el domingo en el programa Meet the Press, declaraciones que fueron recogidas por la agencia Reuters. Los diálogos entre Trump y Putin son un material particularmente sensible, teniendo en cuenta la peculiar simpatía que el líder republicano manifestó hacia el presidente ruso mientras la Justicia y los servicios de inteligencia estadounidenses acusaban al gobierno de Moscú de haber lanzado una campaña de injerencia en las elecciones de 2016, en las que Trump fue electo.

Sobre este punto, el gobierno ruso ya informó la semana pasada que no está dispuesto a divulgar ninguna conversación mantenida por su mandatario, tomando una postura diametralmente opuesta al ucraniano, que autorizó la divulgación del diálogo entre Zelenski y Trump por pedido de este último.

Paralelamente, otra mala noticia para el presidente estadounidense la dio a conocer este lunes The New York Times, que informó, basándose en dos fuentes diferentes, que Trump presionó al primer ministro australiano, Scott Morrison, para que facilitara la investigación del fiscal general William P Barr que según la Casa Blanca podría desacreditar la investigación del ex fiscal especial Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.