El ex presidente colombiano y ahora senador por el partido derechista Centro Democrático, Álvaro Uribe, compareció ayer ante la Corte Suprema de Justicia para responder por un proceso abierto en su contra por presunto fraude procesal y soborno de testigos. Según recordó la BBC, la causa comenzó en 2014 cuando, durante un debate en el Congreso, el senador Iván Cepeda, del partido de izquierda Polo Democrático Alternativo, acusó a Uribe de tener nexos con grupos paramilitares y de narcotraficantes. Para apoyar sus acusaciones, el legislador opositor presentó testimonios de antiguos paramilitares. Concretamente, Cepeda señalaba a Uribe de haber fundado en los años 90, junto a su hermano Santiago, al Bloque Metro, una rama de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), uno de los grupos paramilitares creados para combatir contra los grupos guerrilleros que operaban en el país.

Según el mismo medio, por esa cuestión Santiago Uribe, hermano menor del ex presidente, se encuentra actualmente bajo arresto y en medio de un proceso judicial por la creación de otro grupo paramilitar, llamado los Doce Apóstoles. En medio de un fuerte operativo policial, simpatizantes y detractores del ex mandatario se reunieron en las cercanías de la máxima sede judicial colombiana, a la que Uribe ingresó luego de dejar unas breves palabras a los medios presentes. “Los saludo con todo respeto, pero debo quedarme con las declaraciones de ayer”, dijo el líder derechista, según consignó en su sitio web la revista Semana.

Los dichos a los que hizo alusión Uribe fueron que nunca pensó “que su amor por Colombia” le generara lo que él calificó de “dificultades judiciales”. Estos dichos tuvieron una rápida respuesta de connotados dirigentes de la izquierda colombiana, entre ellos Gustavo Petro, actual senador y ex integrante del grupo guerrillero M-19, quien en su cuenta de Twitter se preguntó a propósito de las palabras de Uribe: “Amor a Colombia u odio de tal tamaño que lo llevó a expandirlas, convivir y generar un mecanismo sanguinario [los grupos para militares] que condujo a 90.000 personas a morir bajo formas salvajes”.

El ex presidente de 67 años de edad, que gobernó entre 2002 y 2010, fue defendido por el actual líder del Ejecutivo colombiano, Iván Duque. A su juicio, el ahora indagado “ha trabajado como pocos” por el bienestar de Colombia, “todos los días de su vida”, según declaraciones recogidas por el diario bogotano El Espectador. A su vez, Petro respondió por la misma red social las palabras del presidente: “Duque miente. El uribismo no le ha servido a Colombia. Les ha servido a los meganarcoterratenientes y al proyecto de extracción minera que destruye el país”.