En un desafiante discurso en una reunión de legisladores de su sector político, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco), el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, advirtió a los estados de la Unión Europea (UE) que abrirá las fronteras y enviará “a tres millones y medio de refugiados” si los mandatarios de la UE califican de “ocupación” la campaña militar turca contra los kurdos en el noreste de Siria.

Además, según consignó el periódico inglés The Guardian, Erdogan la emprendió contra los críticos de la incursión turca en Siria que hay en Arabia Saudita y Egipto, y dijo que los combatientes de Estado Islámico que fueron capturados por el Ejército de Turquía permanecerán presos en ese país si sus naciones de origen no los reclaman.

Mientras Erdogan se expresaba de este modo, soldados turcos se enfrentaban con las Fuerzas Democráticas Sirias –sector beligerante integrado casi en su totalidad por combatientes de origen kurdo– en varias localidades ubicadas en la frontera entre Turquía y Siria.

El ataque turco contra los kurdos se inició el martes, pocas horas después de que el gobierno de Estados Unidos anunciara la salida de sus efectivos de la zona, donde actuaban como apoyo de las fuerzas kurdas. De acuerdo a reportes de ambos bandos, se han registrado bombardeos de ida y vuelta en las afueras de las ciudades de Tel Abyad y Ras al-Ayn y también en Qamishli, otra ciudad importante de la región. Si bien las cifras de muertos y heridos difieren según la fuente, se estima que varias decenas de kurdos ya perecieron en el marco de la ofensiva turca, muy criticada desde Occidente, ya que se la considera un intento de eliminar a todos los kurdos presentes en la zona, a quienes el gobierno de Erdogan califica de “terroristas”.

Por su parte, ayer el presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a amenazar a Turquía con “más sanciones” que podrían dañar severamente la economía de Turquía si la ofensiva ordenada por Erdogan tiene un efecto “inhumano” sobre los kurdos. Sin embargo, el líder republicano relativizó la alianza de Estados Unidos con las milicias kurdas en Siria asegurando que ellos “no nos ayudaron en la Segunda Guerra Mundial. No nos ayudaron en Normandía”, declaraciones que consignó la agencia de noticias Efe.